Azúcar para mejorar la capacidad de las baterías de flujo Azúcar para mejorar la capacidad de las baterías de flujo

El azúcar ha demostrado, además de su capacidad para endulzar los alimentos, su fortaleza para incrementar la capacidad y longevidad de un nuevo diseño de batería de flujo, estableciendo un récord en un experimento.

Por Saraí Coscojuela

 

Un equipo de investigadores del Departamento de Energía del Pacific Northwest National Laboratory informa que la batería de flujo, un diseño optimizado para el almacenamiento de energía en la red eléctrica, mantuvo su capacidad para almacenar y liberar energía durante más de un año de carga y descarga continua.

Este estudio, publicado recientemente en la revista, Joule, detalla el primer uso de un azúcar simple disuelto, derivado del almidón, para mejorar la longevidad y capacidad de la batería.

Luego de una serie de experimentos, los científicos optimizaron la relación de los químicos en el sistema hasta que alcanzó un 60 % más de potencia máxima.

Los investigadores ciclaron la batería una y otra vez durante más de un año, deteniendo el experimento solo cuando falló la tubería de plástico. En todo ese tiempo, la batería de flujo apenas perdió su actividad para recargarse.

Este es el primer experimento de batería de flujo a escala de laboratorio que informa de más de un año de uso continuo con pérdida mínima de capacidad.

Las baterías de flujo constan de dos cámaras, cada una llena de un líquido diferente. Estas baterías cargan a través de una reacción electroquímica y almacenan energía en enlaces químicos. Al conectarse a un circuito externo, liberan esa energía, que puede alimentar dispositivos eléctricos.

El equipo de investigación que desarrolló este nuevo diseño incluye investigadores con experiencia en síntesis orgánica y química. Estas habilidades fueron útiles cuando el equipo decidió trabajar con materiales que no se habían usado para la investigación de baterías, pero que ya se producen para otros usos industriales.

El aditivo de azúcar acepta protones con carga positiva, lo que ayuda a equilibrar el movimiento de electrones negativos a medida que se descarga la batería. Los detalles son un poco más complicados, pero es como si el azúcar endulzara el potencial para permitir que los otros químicos completaran su danza química.