Muchas empresas en el mundo han encontrado en el voluntariado corporativo una actividad de Responsabilidad Social Empresarial capaz de abarcar múltiples objetivos, temas y grupos de interés.
Cuando pensamos en el voluntariado con frecuencia identificamos a las comunidades y Organizaciones No Gubernamentales como beneficiarios, pero el voluntariado corporativo es un instrumento valioso para involucrar a empleados y colaboradores en la responsabilidad social corporativa con excelentes aportes para la identificación, sentido de pertenencia, crecimiento integral del talento y construcción de cultura organizacional.
La curva de aprendizaje de las empresas con mayor trayectoria en sus programas de voluntariado les ha llevado a generar innovaciones que sirven de referencia para otras compañías.
Algunos casos muestran creatividad en los medios de participación y comunicación (Internet y redes sociales), hasta movimientos masivos con la creación de fechas y eventos emblemáticos, premios y concursos para voluntarios o celebraciones del mes del voluntariado.
Una vez más, el sitio de RSE Expoknews nos ayuda a conocer pistas de utilidad que sirven de inspiración y motivación para iniciar, ampliar o mejorar los planes de voluntariado en las empresas.
“Viejos” lazos de compromiso
A menudo, las empresas consideran que su relación con el empleado termina de forma definitiva cuando finaliza el vínculo laboral formal. Si bien es cierto que en algunas ocasiones este fin de la relación puede tener connotaciones conflictivas, probablemente no es en la mayoría de los casos.
Muchos trabajadores se retiran, jubilan, parten hacia nuevas oportunidades profesionales o deciden un cambio para sus vidas laborales. Entonces ¿por qué no pensar en los antiguos colaboradores y especialmente en los jubilados para incorporarlos en las actividades de voluntariado de la empresa?
La experiencia y lealtad de un “viejo” colaborador con su empresa, su sentido de pertenencia e identificación pueden ser los mejores aportes a la acción del voluntariado corporativo. A la vez, este antiguo colaborador recibirá una gran dosis de estímulo y reconocimiento para ser y sentirse útil y activo. “Ellos pueden convertirse en conexiones valiosas con el exterior, ser voceros de tu marca y dar voz a la forma en que tu compromiso social se vive al interior”.
Ayuda que yo te ayudo
No, no se trata de becar voluntarios o pagarles, eso sería una distorsión que desvirtuaría el espíritu mismo del voluntariado. De lo que se trata es de premiar el desempeño del voluntario con aportes a las organizaciones comunitarias y sociales con las que trabaja el voluntario y la empresa. Los incentivos para sumar voluntarios deben ser emocionales y significativos. Algunas empresas ofrecen becas de voluntariado que consisten en donaciones de la empresa a ong´s cuando un trabajador se ofrece como voluntario o donaciones proporcionales a las horas de trabajo voluntario por cada colaborador. Una conocida empresa de Estados Unidos lo hace de esta manera:
50 horas de voluntariado = $ 250 de donación a la ong donde trabaja
100 horas de voluntariado = $ 500 de donación a la ong donde trabaja
Compartir y ganar talento
Muchas empresas fortalecen los conocimientos y habilidades de sus mejores talentos cuando los comparten con quienes más lo necesitan. “El talento sale de la oficina y la empresa literalmente paga por hacerlo”.
Esta interesante práctica implica el siguiente método: La empresa debe identificar necesidades específicas de las organizaciones sociales beneficiarias de sus programas de RSE que requieran de talento especializado (abogados, contadores, arquitectos, ingenieros, comunicadores y pare usted de contar). Luego, los voluntarios con estas capacidades apoyan a estas organizaciones dedicándoles un número de horas semanales de asesoría para atender sus necesidades y resolver problemas. Gana la ONG, gana la comunidad y la empresa tiene de retorno empleados altamente motivados e identificados con su empresa porque les da esta oportunidad de incrementar la autoestima y el sentido de trascendencia al realizar la mejor de las labores: Servir.
Muchos gerentes con larga trayectoria como voluntarios son hoy valiosos ejecutivos que se han mantenido motivados y comprometidos con su empresa a través de los años, gracias al estímulo que esta actividad ha representado para sus vidas.
Existen parámetros clásicos para diseñar y desarrollar programas de voluntariado corporativo y todos implican la elemental noción de que la empresa debe realizar su propio aporte de diversas maneras: mediante el entrenamiento y organización de sus voluntarios, con materiales, insumos, estrategias o -como hemos visto- con incentivos que implican aportes a las organizaciones sociales. Lo importante es que la empresa comprenda que no basta con motivar a sus empleados para que sean voluntarios en su tiempo libre y con sus propios recursos… El círculo virtuoso se completa cuando los empleados desean de forma voluntaria ayudar a otros y su empresa también se compromete a darle estructura, recursos, concepto y dirección significativa a ese esfuerzo. Aquí podrán apreciar Siete ejemplos de voluntariado corporativo dignos de conocer.
