Fotokite: un dron domesticado Fotokite: un dron domesticado

Froilán Fernández

@froilan

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Pero, ¿y si los drones se volaran como un cometa? Esta idea se le ocurrió a unos emprendedores y concibieron un “Quad-cóptero” que puede alojar una cámara Go Pro (no incluída) a bordo, y está asegurado con una cuerda de 8 metros que está enrollada en un carrete que contiene los controles para cambiar el ángulo de la cámara. Los comandos no pueden ser más sencillos: basta con un movimiento de la muñeca y la cámara voladora se moverá en el mismo sentido.

El Fotokite pesa unos 350 gramos y sus alas se doblan de modo que puede guardarse en un recipiente cilíndrico del tamaño de un termo. Inicialmente se inclina el Fotokite en el ángulo en el que se desea que se eleve, así que puede subir –de acuerdo a la inclinación— hasta entre 2 y 6 metros. En consecuencia, se obtienen excelentes perspectivas del entorno, sin mencionar unas selfies espectaculares.

Si bien este dron no es el primero al que se le coloca una especie de correa para controlarlo, el Fotokite es tiene, según sus creadores, el diseño más seguro del mercado, pues la correa no se enreda con las aspas, gracias al que el cable se mantiene en tensión. Para su control, los movimientos de la mano se transmiten al dron, de allí el nombre de “cometa” (kite).