Por: Sarai Coscojuela | @ecoaliados21
No solo existen los carros, techos o casas solares. Las granjas también podrían contar con la energía alternativa y como se ha demostrado, hubo una mejora de un 186% durante 2018.En la granja experimental del Lago Constanza, ubicado en Europa, se optimizó el rendimiento de sus cosechas gracias a la tecnología agrovoltaica, mientras los vecinos se quejaron de cómo las altas temperaturas afectaron sus cultivos.El Lago está siendo administrado por el Instituto alemán Fraunhofer ISE, cuyo objetivo principal es la investigación y desarrollo de la energía solar en Europa. El éxito observado en el Lago estuvo relacionado a la instalación de la energía solar. La sombra que proporcionan los paneles solares aumentó la producción de las papas. Así la productividad de la tierra aumentó en 186% por hectárea.En la granja se instalaron los paneles solares a cinco metros sobre el nivel del suelo, dejando espacio para que las plantas puedan crecer y el ganado paste. Igualmente los equipos agrícolas convencionales siguen funcionando debajo de los paneles.La irradiación solar debajo de los paneles instalados era un 30% menor y las temperaturas del suelo en primavera y otoño eran más bajas. Mientras tanto en el verano, la humedad del suelo era mayor que en sus alrededores, de esta forma las plantas pudieron soportar en mejores condiciones el incremento del calor y la sequía.La energía solar también ayuda con la posibilidad de generar independencia energética para las granjas. Lo mismo piensan los fabricantes de tractores, que consideran que este tipo de energía puede ser beneficioso cuando lancen al mercado los vehículos eléctricos, porque el combustible se generará de esta forma.Ya este tipo de propuestas desarrollada en el Lago Constanza, está siendo replicado en otros lugares como Vietnam, China y la India con buenos resultados. La evaporación y el sombreado pueden ayudar a incrementar en 40% el rendimiento de cultivos como el algodón y el tomate.
Casa autosuficiente
En Alemania también están llevando adelante una casa que es autosuficiente. Tiene forma circular, lo que favorece la suficiencia energética y además está diseñada para la producción de biogás.
La casa está dividida en dos plantas y en la parte baja se compone de una oficina con salas técnicas para el biodigestor. En la segunda planta hay comedor, cocina, los dormitorios, baño, sauna y una galería al aire libre con una piscina circular climatizada.
El biogás permite utilizar los residuos de biomasa procedente de la silvicultura y la agricultura tradicional para generar electricidad y calor.