Las mayores sorpresas de nuestra pelota esta temporada Las mayores sorpresas de nuestra pelota esta temporada

Por Ignacio Serrano (@IGNACIOSERRANO)

La temporada 2016-2017 de la pelota venezolana entra a su recta final, tras la pausa del Juego de Estrellas y con la llegada de diciembre.

Ha sido un torneo lleno de sorpresas, claro, como sucede siempre. Aquí escogimos las cinco más notables, al menos en nuestra opinión. ¿Qué piensa usted?

5) Las Águilas de Lipso Nava

El equipo que ocupó la última posición en el campeonato pasado dominó el primer lugar de punta a punta, desde el Día Inaugural hasta el descanso del Juego de Estrellas.

Es la segunda vez que el venezolano Lipso Nava toma las riendas de las Águilas y ha hecho igual que en aquella otra, en el torneo 2011-2012, cuando fue nombrado como interino, en sustitución del despedido puertorriqueño Mako Oliveras, y pisó el acelerador, hasta meter a los rapaces en los playoffs.

Hay que repetirlo, porque es una proeza: los aguiluchos no ocuparon una posición distinta a la vanguardia en los 54 días de campeonato que desembocaron en esta recta final.

4) El sótano de Caracas y Magallanes

Diversas encuestas realizadas por empresas muy reputadas, desde la Gallup hasta Seijas, ubican la simpatía por los Eternos Rivales en más de 50 por ciento de la afición, en algunos casos rondando 60 por ciento. Así que es justo decir que medio país asistió boquiabierto a los primeros dos meses de acción, viendo a los Leones y los Navegantes luchar en el foso.

La sorpresa no está, claro, en que dos escuadras con arraigo popular hayan sufrido un severo patinazo. Está en el hecho de que Magallanes viene de disputar la pasada final y comenzó la justa con etiqueta de favorito, y Caracas reúne un grupo de peloteros con experiencia en las Grandes Ligas, que no permitía presentir esta debacle inicial.

Les queda diciembre para recomponer su destino.

3) El calendario y la lluvia

Ha llovido más que en años recientes y, por primera vez, nadie en los medios de comunicación, las redes sociales o las tribunas ha levantado la voz para quejarse del calendario.

El torneo, a diferencia del pasado cercano, ha contado con pausas suficientes para cada equipo, cada semana. En consecuencia, media docena de encuentros postergados o suspendidos no han sido problema.

Hasta ahora, y a pesar de que cada vez es más complicado hacer los viajes a ciudades distantes, el calendario de acción está demostrando que los encargados de su realización hallaron el modo de elaborar un recorrido sin sobresaltos y con aire suficiente como para que los aguaceros no sean más que la molestia de un día. Que siga así.

2) José Tábata, Breyvic Valera y compañía

Siempre es agradable ver la consolidación de que durante años transitaron con un perfil bajo.

José Tábata, por ejemplo, fue grandeliga y gran prospecto, pero declinó notablemente en la MLB y nunca fue una presencia constante en la LVBP. En cambio, ha sido ahora el gran émbolo del motor magallanero.

Breyvic Valera se fue consolidando en Margarita como pieza clave del lineup, por su versatilidad al campo y consistencia con el madero, pero nunca había coqueteado tan seriamente con los .400, como esta vez.

Jesús Montero ha pasado por tantos puntos de quiebre, en una carrera que prometía ser estelar, que agrada verle castigar a los pitchers contrarios, convertido por fin en estrella, en el medio del lineup de los Cardenales.

Jesús Flores recorrió el país de punta a punta, de Puerto La Cruz a Maracaibo, para cambiar de uniforme y convertirse en referente de las Águilas, con el bate y detrás de plato.

Agregue usted al suyo…

1) Los novatos Luis Arráez y Harold Castro

Nada como ver surgir a las nuevas generaciones, para medirle el pulso al futuro de nuestra pelota.

Luis Arráez y Harold Castro, infielders de los Navegantes y los Leones, llegaron a ocupar el sitial más alto entre los bateadores del circuito.

También han brillado Carlos Tocci, con los Tigres; José Alvarado y Omar Carrizales, con los Tiburones; Yohnny Chirinos, con los Bravos; Edwin García, con los Caribes; y Jesús Parra, con los Cardenales.

De todas las buenas noticias de la temporada 2016-2017, la más grata es comprobar que el porvenir de la LVBP está garantizado.

 

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