Prêt-à-porter Prêt-à-porter

Por Friolán Fernández @froilan

Entre los requerimientos reales de los consumidores y la oferta de las compañías hay como es lógico una discrepancia. Ya los usuarios de los smartphones, por ejemplo, saben que utilizan sólo un porcentaje modesto de toda la capacidad que éstos pueden ofrecer.

En este contexto, hemos visto en los últimos años cómo la industria móvil ha insistido en ofrecer diferentes tipos de pulseras digitales entre las que destacan los denominados relojes inteligentes o smartwatches, sin que todavía se vea una aceptación clara por parte de los consumidores.

Las recientes estadísticas de IDC sobre las ventas de “wearables” o tecnología Prêt-à-porter, que puede llevarse puesta, arrojan luz sobre este segmento del mercado.

Dice IDC que en 2015 se vendieron 78 millones de dispositivos wearables, lo que representa 175% más que en 2014. Esto es apenas un 3% de los usuarios que tienen smartphones, unos 2,3 millardos, lo que nos indica que esta categoría de productos está apenas en su infancia.

Si se mantiene un ritmo de crecimiento como el del año pasado podríamos ver una aceptación masiva en el transcurso  la próxima década, especialmente si los precios bajan de la barrera de los 10 dólares.

Por precios y por disponer de un mercado tan grande como el de China, es que Xiaomi logró meterse en el segundo lugar (con pulseras hasta de 20 dólares), detrás del líder Fitbit. Apple logró posicionarse en tercer lugar, con casi 12 millones de smartwatches vendidos en 2015. Pero atención: Apple había anunciado que vendería 40 millones en el último trimestre, un error garrafal de cálculo. Con dos años más que Apple en el mercado, Samsung debió conformarse con el cuarto lugar, con su Galaxy Gear.

Tips digitales

Panda recomienda, para una contraseña segura, escoger una frase que tenga algún significado para el usuario para la pueda recordar fácilmente. Si tienen mayúsculas y números, mejor. “Siempre que voy a la dulcería de Mercedes me como 2 caracolas”, por ejemplo, siempre incluyendo un símbolo. Si se usa la inicial de cada palabra se obtiene “SqvalddMc2@” que es una buena contraseña.

Edward Snowden, el hacker desertor de la NSA: recomienda una frase completa, como la siguiente: “MargaretThatcheres110%sexy