La recién estrenada película Grandes héroes tiene sello venezolano. La historia llena de acción, que parte de la amistad entre Hiro Hamada, un niño prodigio y su robot inflable de primeros auxilios, contaron con el talento de un caraqueño, una guara y un maracayero.

Publica el diario Panorama que ellos son Osiris Pérez (director general técnico), Vanessa Salas Castillo (artista estéreo) y Jorge Ruiz Cano (animador). Los tres, reunidos en el lounge de entrevistas en los estudios donde crearon la cinta en Los Ángeles, hablaron con PANORAMA sobre cómo lograron formar parte de la familia Disney.
Jorge a su entrada muestra sus pies, calza unas tradicionales alpargatas. Cuando Osiris y Vanessa lo vieron les brotó el tricolor nacional en la mirada.

Vanessa es de Barquisimeto y es la primera es contar que está muy feliz con su trabajo. “Aquí llegar no es lograrlo, quedarse es lograrlo. Y eso lo tienes que hacer constantemente, todos los días. Nuestro trabajo es evaluado pixel a pixel”.
Sin embargo, interrumpe el caraqueño Osiris, “ocurre algo muy especial en la oficina. Nosotros nos encargamos de otorgar esa chispa venezolana al entorno y a la hora de echar pa’ lante los proyectos. Los jefes saben que se benefician con ese tipo de ideas, ideologías y formas de pensar”.
Pero, ¿cómo lograron entrar a Disney? Ambos coinciden que todo comenzó con un sueño y ganas de salir adelante.

Vanessa Salas Castillo lo define así: “La animación es mi pasión”. Sin talentos como el de ella no se podría ver la película con los lentes 3D. “Antes trabajaba en telecomunicaciones, específicamente en Cantv. Me gradué como ingeniero de sistemas en la Universidad Metropolitana. Siempre tuve ese lado artístico que quería desarrollar. Tomé talleres de arte con el maestro Avilio Padrón. Reuní dinero suficiente para hacer maestría en Londres y lograr esto”.
Tras una exitosa entrevista laboral, quedó en el departamento de iluminación para “Enredados”. Ahora se encuentra en el departamento de estéreo. Básicamente, su función consta de agregar dimensión a las imágenes y crear profundidad de campo.
¿Cómo lo hace? “En animación por computadora, eso se logra a través de un set digital, con una sola cámara. Creamos dos versiones de una misma imagen. Es lo que llamamos el mono, que trabaja para el ojo izquierdo. Nosotros nos encargamos de crear la información para el ojo derecho. Depende muchísimo la posición de los objetos dentro del cuadro. Para ver la imagen en estéreo, tienes que tener una imagen para cada ojo”, explica Vanessa.
Entre sus créditos también destaca “Frozen”, donde le correspondió trabajar los copos de nieves en numerosas escenas que ya se consideran clásicas. “Es súper conmovedor cuando amigos y familiares en Venezuela me llaman o escriben para decirme que a sus hijos y a ellos mismos les gustó la película. Es un orgullo que el esfuerzo que uno hace lo aprecien tantas personas”.

Mientras Osiris Pérez resuelve que le va muy bien porque se considera un “todero”. Él tiene más de una década laborando en la industria del cine, especialmente con los efectos especiales (“Harry Potter y la Orden del Fénix”, “Sweeny Todd”, de Tim Burton, “10.000 AC”, “Iron Man” y “Total Recall”) y los videjuegos (“Heavenly Sword” para PlayStation 3).
“Llegué también a Disney con ‘Enredados’. Como la mayoría de la gente, apliqué por la página web de Disney. Conseguí la entrevista y logré el puesto de director técnico y de iluminación”, cuenta.
Para “Grandes héroes” trabajó con la herramienta Hiperion, el nuevo motor gráfico de Disney, con el cual toda la película está renderizada. “Consideramos que es un gran salto tecnológico con el que nos tocó trabajar”.
Pérez fue ascendido a supervisor técnico de la próxima película animada de Disney titulada Zootopia, que se estrenara el año entrante.
“A veces hago iluminación, como artista de luz organizador cuales serán las tecnologías más idóneas para laborar las imágenes. A veces hay que escribir las herramientas y programarlas para lograr el efecto deseado. Siempre me ha gustado la mezcla entre tecnología y arte, ya sea en animación, películas o videojuegos. Me gusta ejercitar ambos lados de mi cerebro”.

En la voz de Jorge Ruiz Cano su presente y futuro en la meca del cine es la mitad de su vida. Este maracayero parte de la premisa que: “Tangentes pasan, pero nada es imposible”. Él se encarga de lograr el movimiento del cabello contra el viento, la profundidad de una mirada, una sonrisa… “Animador es quien va dando la vida o la ilusión de la vida a los personajes. Usamos el programa Maya, cuyos objetos son como marionetas de teatro. Nosotros venimos y los movemos. Actualmente estamos empujando lo técnico, prácticamente llegamos a dibujar con la computadora. Posamos de una manera y movemos controles para que se vea lo más cercano a ese legado de dibujo tradicional, con esa elegancia de los artistas de siempre”.

Jorge se siente a gusto con la era digital actual. “Todo es forma, forma, forma. Las poses que cada personaje debe tener, que le otorga personalidad. De eso me encargo. La historia dicta el diseño y la pose corre por nuestra cuenta. Ambos van de la mano”.
A su juicio, todo comienza con la pose T, unas figuras de esqueletos que van adquiriendo ritmo y movimiento para que luzcan lo más humano posible, hasta hacer sentir los personajes sumamente creíbles a los ojos de la audiencia.
“En Disney son muy estrictos con eso, porque hace la diferencia si el público se siente bien con los personajes o mascotas que se desenvuelven dentro de la historia. Si no le colocamos el empeño adecuado, serían meros polígonos”, suelta Jorge.
Desde los 16 años vive en Estados Unidos. “Comencé en un departamento de arte y diseño para logos en compañías en Florida y también realicé ilustraciones para un equipo de hockey” . Hizo sus pasantías en Pixar y luego en Industrial Light & Magic, en San Francisco. Uno de sus primeros trabajos fue con el videojuego Call of Duty, con Activision.
Su inicio en Disney fue con “Ralph, el demoledor”. De ahí paso a trabajar en “Frozen”. Ahora espera disfrutar las reacciones con “Grandes Héroes”.
Para los tres el éxito se consigue con el trabajo en equipo. “La organización es impresionante. Todo se elabora de acuerdo a la agenda establecida. El compromiso de calidad es súper fuerte. Aquí nadie se puede quedar detenido profesionalmente, siempre tienes que estar evolucionando”, concluye Jorge con sus alpargatas bien puestas..

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