Klevis Suárez acompañada de las maestras del colegio
Por José Suárez Núñez
El colegio Barbarita de la Torre es un proyecto que se forjó con fe y en apenas siete años se ha convertido en una unidad educativa exitosa. Fue fundado en el año 2007 por las hermanas morochas Klevis Ray y Klenis Ray Suárez, ambas educadoras, quienes hipotecaron su vivienda y con un aporte de la Banca Comunitaria de Banesco consiguieron los recursos para iniciar con una matrícula de 28 niños de ambos sexos de Santa Teresa del Tuy.
Klevis Ray cuenta que tocó las puertas en varias entidades bancarias, hasta que, gracias a un cliente anónimo que la recomendó, apareció el préstamo de la mano de Banca Comunitaria. Han pasado siete años y han levantado tres plantas, actualmente la matrícula asciende a 250 alumnos, de los cuales 53 pequeños reciben cuidados de maternidad entre 8 meses a 2 años de edad.
El nombre del colegio, Barbarita de la Torre, se inspiró en una patriota venezolana nacida en Trujillo y que durante la Guerra de Independencia se erigió como defensora de las mujeres y los niños. La unidad está situada en el sector 4 de Cartanal, en Santa Teresa del Tuy.
Es una unidad educativa de enseñanza primaria hasta sexto grado y recibe niños desde 8 meses, a los que les dan almuerzo y merienda. Llegan a las 6 y 30 de la mañana y salen a las 5 de la tarde. Pagan una matrícula solidaria diaria de menos de 40 bolívares. Alternan lo pedagógico con lo asistencial. Los pequeños reciben alimentación y esmerada atención.
En los tres pisos de la institución hay 10 aulas para niños de ambos sexos, y una cancha deportiva en el último piso donde los pequeños juegan baloncesto, futbolito, volleyball y otros entretenimientos. Tienen una sala de computación con 12 equipos. La nómina educativa es de 15 docentes y 18 empleados.
Tienen mucha demanda para nuevos ingresos y eso explica que estén evaluando, según la directora Klevis Ray, una expansión del colegio que podría ser en el próximo año escolar.
Con los créditos de Banesco construyeron la segunda, tercera planta y el campo deportivo en la azotea.
Klevis Ray dice que han tenido dificultades pero que las han de la mano de Dios y con la ayuda financiera de Banesco, en varias ocasiones desde 2007. “Cuando Banesco nos otorgó el primer préstamo, el local del colegio era alquilado y confiaron en nosotros. Ahora todo es propiedad del Colegio Barbarita de la Torre. No puedo hablar de fracasos”, dijo.