Petróleo: EEUU vuelve a ser exportador después 38 años como país importador de crudo Petróleo: EEUU vuelve a ser exportador después 38 años como país importador de crudo

Por Jorge Rabassa

Estados Unidos exporta gasolina, diesel y otros combustibles exitosamente, poniendo a esta nación en la carrera de convertirse en exportador neto de productos petroleros en el 2011, después de 38 años de permanecer como neto importador, aseguran en un reporte Liam Pleven y Russell Gold.

Aprovechando el boom de la demanda de los mercados emergentes y tras reducirse la demanda energética doméstica, Estados Unidos está exportando más productos petroleros que los que importa, modificando las tendencias históricas.

Utilizando las cifras de un comunicado de la Administración de Energía de Estados Unidos del 30 de noviembre pasado, se verifica que EEUU exportó 753.4 millones de barriles de variados productos desde gasolina, diesel y jet-fuel, en los primeros nueves meses de este año, mientras importó 689.4 millones de barriles de los referidos rubros.

Que se envíen más productos de los que se traen es significativo, porque Estados Unidos durante décadas ha tenido una voracidad y una vocación de consumidor. Esto se cuantifica, no solo de las importaciones de crudos del Medio Oriente, también combustibles refinados como la gasolina que se han estado importando de Europa y America Latina, y desde todas partes para ayudar a correr fábricas y autos.

Antes de la actual administración venezolana, Estados Unidos importaba de Venezuela alrededor de 100.000 barriles diarios de gasolina identificada especialmente como “formulada” por las exigencias ambientales. Estos montos han bajado hasta esporádicos cargamentos.

En décadas pasadas, la refinería Amuay en la Península de Paraguaná era conocida como la “boutique” del Caribe, porque procesaba todo lo que se pudiera concebir como hidrocarburos. Uno de los pedidos era la gasolina que utilizaban los aviones de la OTAN, que cargaban frecuentemente supertanqueros de esa organización militar.

Si la tendencia de exportador neto persiste esto puede influenciar en la política nacional que se debate actualmente, sobre la política energética que se manejó durante la década pasada de ser dependiente del Medio Oriente.

La independencia de Estados Unidos de las fuentes petroleras del exterior ha sido un tema muy discutido en Washington, agudizado con el derrame de petróleo en el golfo de México el año pasado. Los defensores de que el gobierno de Estados Unidos autorice la perforación “costa afuera” en aguas marinas del territorio estadounidense, enfatizan en su batalla contra los grupos ambientalistas que prefieren extraer el carbón de los combustibles.

Bloomberg News considera que el crecimiento de las exportaciones es parte de la transformación del sistema energético. Ed Morse, jefe internacional de commodities de Citigroup, advierte que aparecen las señales de un proceso que continuará en la próxima década y llevará a la total independencia energética de EEUU.

La irreversible tendencia de Estados Unidos de convertirse en el mayor suplidor mundial de varios tipos de energía, es una situación que virtualmente no podrá ser modificada. Como ejemplo, Exxon Mobil está explorando un amplio plan de licuefacción de gas natural para enviar a todas partes.

Se observa que mientras Estados Unidos pasa por una etapa de alto desempleo, hay mercados emergentes creciendo con fuerza, y estos requieren mucho demanda de combustibles y, por tanto, Washington no puede perder la oportunidad.

En agosto pasado, los choferes estadounidenses quemaron 7.7 por ciento de menos gasolina que los cuatro años anteriores, cuando había llegado al precio tope de más de 4 dólares el galón.

La producción de etanol procedente del maíz, ha saltado dramáticamente en los años recientes, cortando la necesidad de otros combustibles. Ahora no estamos usando mucho, dijo James Beck, un analista de la Agencia Internacional de Energía. “Previo al año 2008, básicamente nada de lo que nosotros producimos, no lo usamos, y en Estados Unidos no se recibían beneficios de los bajos precios del crudo, porque las refinerías de la costa del Golfo mandaban mucha de nuestra producción, a los lugares donde la demanda era fuerte y mantenían los precios altos”, dijo Beck.