En el futuro el hidrógeno será el combustible de los autos En el futuro el hidrógeno será el combustible de los autos

Por Jorge Rabassa

El saudita Ahmed Zaki Yamani, quien fue el más poderoso ministro petrolero en la OPEP, siempre advertía que el petróleo no es eterno y que algún día será sustituido. Para ilustrar su afirmación, Yamani ponía como ejemplo que “la Edad de Piedra pasó”, pero no precisamente por la falta de piedra que aún son abundantes.

En esa entrevista de Yamani en 2008 durante el “boom” del petróleo supercaro con un barril a 145 dólares, aseguró que el carro eléctrico no desplazará el petróleo y que ello sólo será posible con el hidrógeno cuya materia prima es el aire, el cual es accesible a todos y no daña el ambiente. Eso explica parcialmente que los planificadores de la NASA, piensen en el hidrógeno como energía para llegar a Marte, después del año 2050.

El 45 por ciento del consumo mundial de petróleo es de combustibles: gasolina, diesel y gas.

El precio del petróleo está en manos de los llamados hedge funds y varios de los mayores bancos de inversión mundiales. Para algunos analistas, los precios actuales del petróleo no tienen nada que ver con la oferta y la demanda.

En contraste, Christopher Steiner autor del libro “20 dólares el galón” no espera un retorno a la crisis del 2008, ni espera que el precio del barril de petróleo pase más de 100 dólares, en el primer trimestre del año. Indica como primer argumento el aumento y la seguridad del suministro. Esa es una de las explicaciones que las compañías están vendiendo a las refinerías. Los precios han subido, pero hay menos automovilistas comprando gasolina.

La OPEP está bombeando más petróleo que en el 2008 y la demanda ha bajado. Estados Unidos, Europa y Japón están importando menos crudos, que cuando los precios habían pasado de 140 dólares.

Steiner dice que la memoria del 2008 está aún fresca y nadie quiere que se repita y en eso incluye a la OPEP. Precios extremos son obviamente malos para los importadores, pero tambien son malos para los productores. Los productores como Arabia Saudita se sienten cómodos con un precio de 80 dólares el barril, porque es un buen margen y no incitan las grandes inversiones en otras fuentes alternas.

Hay empresas como la Mercedes Benz y la General Motors que ya tienen carros con motores de hidrógeno, pero su predominio masivo no se verá hasta el año 2030 o el 2050, y la importancia de esto, es que el transporte consume el 45% del petróleo de la demanda mundial a través de gasolina, diesel y gas.

Los vehículos en lugar de motores de combustión interna, tendrán celdas de hidrógeno debajo del piso de los pasajeros, con paquetes de baterías. Estos vehículos tenían 100 millas de autonomía y ahora llegan a 300 millas. Nunca han estado activos tantos intentos para bajar el precio de las energías y hay muchos trabajos en ese sentido.

El diesel y la gasolina proceden del petróleo, pero cuando los precios suben exageradamente hay grandes inversiones para llevar el gas a líquidos, es decir, convertirlo en gasolina o diesel, un combustible que se convierte en barato y extraordinario.

La firma surafricana Sasol anunció en The New York Times que invertiría 1.000 millones de dólares canadienses, para comprar la mitad de una empresa canadiense explotadora de gas. Sasol posee la patente de la tecnología que en la década de los años 40, durante la II Guerra Mundial, permitió a la fuerza aérea alemana tener suficiente combustible a partir del carbón para los aviones.

Sasol hizo un gran aporte también a que Suráfrica sobreviviera al embargo petrolero mundial contra el Apartheid al llevar el gas natural y el carbón a líquidos.

En Ohio, Estados Unidos, están trabajando arduamente en estas transformaciones. Las cifras que maneja Sasol para fabricar un galón de diesel en un laboratorio más los costos operativos es alrededor de 1,50 dólares. En comparación, un galón de diesel procedente del petróleo actualmente cuesta de 2 dólares, antes de refinarlo. Una planta canadiense está haciendo números para producir unos 40.000 barriles diarios.