El oro no pierde su atractivo El oro no pierde su atractivo

Por José Suárez Núñez

La cotización del oro cayó 28% por ciento el año 2013, pero sigue siendo el refugio más atractivo para los inversionistas. MarketWatch apunta a que si bien en el corto plazo el oro ha estado subiendo y bajando y los operadores están esperando gangas en los primeros meses del 2014, se pronostica una fase importante para este metal en lo que queda de esta década.

 

El miércoles los futuros de oro de EEUU  Comex) para entrega en febrero se pactaron a 1.238,30 dólares la onza, con un volumen de comercio de alrededor el 45 por ciento, debajo de su promedio de 250 días, aunque los datos preliminares de Reuters de lingotes, estaban bajo la presión del índice del dólar que subía 0,5 por ciento en las acciones estadounidenses.

 

Un segundo día de un alza de ganancias en las acciones estadounidenses, liderados por fuertes ganancias de Bank of America, redujo el atractivo refugio del oro. No obstante, como un indicador de confianza para los inversionistas las participaciones de los mayores fondos del mundo que se cotizan en bolsa, están en oro.

 

Ahora aparece un importante jugador como China que ha concedido licencias de importación de oro para ANZ y HSDC, los dos bancos extranjeros más importantes establecidos en ese país, que intentan abrir el mercado de lingotes de oro más grande del mundo, según registró Reuters. El año pasado en fuentes financieras de Caracas se reportó que las reservas venezolanas en oro, que durante décadas estuvieron en Estados Unidos y Gran Bretaña habían regresado a Venezuela, y ahora se planificaba situarlas en el Banco Central de China.

 

Los operadores aseguran que China está comprando grandes volúmenes de oro y este año Beijing acelerará la compra masiva de metales.

 

Los datos revelados indican que el deslizamiento del crecimiento de la manufactura china van a ser observados por los economistas, para tener respuesta de los movimientos de estas monedas, ya que están pesando mucho los grandes stock de países de  Asia. Pero Dominic Schnider, jefe de activos no tradicionales de UBS Wealth, tiene otro criterio y  está pronosticando que el oro tendrá una tremenda caída en el 2014, y el descenso podría llegar hasta 1.050 dólares la onza.

 

Durante mucho tiempo el oro ha dado sorpresas: antes se creía que cuando el precio del oro bajaba el precio del petróleo subiría. Ahora la competencia del oro es contra el dólar.

 

Siempre ha sido un metal codiciado y útil en las épocas de crisis, porque proyecta seguridad a la hora de las negociaciones. Es el refugio más atractivo para el fisco, aunque perdió su fuerza durante el crack bancario de 1929, y dejó de ser el patrón oro en papel moneda de Gran Bretaña en 1931. Al margen de los bancos y la tesorería de las naciones, mantiene su rol aristocrático individual. El premio más estimado en todas las competencias mundiales, incluyendo las Olimpíadas, son las Medallas de Oro.

 

Durante siglos muchos bienes sirvieron de monedas de intercambio después del trueque, como las conchas, vacas, sal, tabaco, té y otros metales, pero el oro siempre fue el líder porque es muy difícil de falsificar. La plata fue un fiel aliado como moneda fraccionaria y ha quedado como referencia popular ante la escasez de recursos decir “no tengo plata”. En siglos pasados, el patrón plata fue el respaldo de países del Lejano Oriente y más reciente de Rusia, Escandinavia, y el imperio Austro-húngaro.

 

Unos meses antes del término de la Segunda Guerra Mundial, entre el 1° y 22 de julio de 1945, las Naciones Unidas organizaron la conferencia de Bretton Woods, donde se establecieron las reglas para las relaciones comerciales y financieras de los países industrializados, se creó el Banco Mundial y seguidamente el Fondo Monetario Internacional y el uso del dólar como moneda internacional, para establecer la política del libre cambio.

 

El Banco Mundial surgió con un capital de 88.000 millones de dólares. Estados Unidos aportó 27.000 millones de dólares, Gran Bretaña 13.000 millones, la antigua URSS 12.000 millones, China 550 millones y Francia 450 millones. Se acordó el dólar para el intercambio y el patrón oro. Fijaron un valor de 3.500 dólares por la onza de oro. La URSS y los países del bloque soviético asistieron, pero no firmaron el acuerdo. China también asistió, pero en 1949 se retiró de la organización al llegar Mao Zedong al poder.

 

Estados Unidos con la guerra de Vietnam gastó casi 900.000 millones de dólares y en 1971 registró un déficit comercial por los gastos de la guerra.

 

Gran Bretaña y Francia demandaron a Estados Unidos, que poseía el 31 por ciento del aporte al Banco, que convirtieran sus excedentes en dólares. Estados Unidos no aceptó porque se quedarían secos del oro que poseían en Fort Knox.

 

El presidente Richard Nixon revaluó el dólar y alivió el desequilibrio comercial y de paso las exportaciones estadounidenses fueron más baratas en el comercio mundial. La maquinaria industrial estadounidense que estaba fortalecida inundó sus productos en el planeta. El oro jugó un papel estelar y convirtió a Estados Unidos en la primera potencia mundial.