Por Jessica Morales (@jessicaamorales)
Los adultos, y sobre todo aquellos de quienes depende una familia, tienen una gran responsabilidad al manejar sus ingresos y sus gastos. Deben hacer un uso eficiente y disciplinado de sus finanzas personales para evitar acumular deudas que puedan comprometer su tranquilidad y la de su grupo familiar, así como para alcanzar esas metas o proyectos necesarios para brindar estabilidad a los seres queridos.
La forma en que los padres manejan el dinero y los recursos del hogar, es un modelo importante para los niños y los jóvenes. Así que son los padres quienes deben dar ejemplo con su conducta acerca de la disciplina, la responsabilidad y el control que debe ejercerse sobre las finanzas para poder contar con los recursos necesarios que permitan atender las necesidades básicas y alcanzar las metas de la familia.
Sin embargo, no es suficiente el ejemplo que dan los padres con su conducta acerca del manejo de las finanzas personales y familiares. Su tarea en este sentido va más allá, deben orientar a los hijos, según su edad, acerca del uso correcto y eficiente de dinero y de los recursos familiares en general. Deben enseñarlos a valorar los bienes y servicios del hogar, motivarlos a cuidarlos y a no malgastarlos.
También es importante que les enseñen que cada una de las cosas que se adquieren tiene un valor, y que para poder tenerlas y disfrutarlas se ha hecho un esfuerzo y probablemente algunos sacrificios.
Es importante que tanto los niños como los adolescentes estén en capacidad de diferenciar lo que se necesita de lo que se quiere. Deben tener claro que no puede tenerse todo que se desea y que hay que establecer prioridades en función de las necesidades.
Debe promoverse el establecimiento de metas en los niños y jóvenes según su edad. Los padres deben orientarlos acerca del camino para alcanzarlas. El ahorro es un elemento fundamental en este aspecto, los padres deben incentivar a los hijos a ahorrar. La mesada semanal es un buen elemento para enseñarlos a administrar el dinero con el que cuentan y a guardar una parte.
Oriente a sus hijos para que aprendan a determinar la relación entre el costo, la calidad y el beneficio de los productos o servicios. Empiece llevándolos al mercado y a comprar otros productos o servicios básicos, y guíelos para que sepan comparar y a adquirir la mejor opción, al mejor precio.
Cuando se trata de finanzas, todos los miembros de la familia deben tener claro cuáles son las metas y proyectos del grupo familiar para que puedan contribuir a alcanzarlos.