Los inversores de Silicon Valley echan raíces en la industria agrícola Los inversores de Silicon Valley echan raíces en la industria agrícola

 

Las nuevas tecnologías que prometen cambiar la forma en que se cultivan, transportan y venden los alimentos están atrayendo un creciente interés de los inversores que financiaron a las potencias de Silicon Valley.

 

El dinero invertido en nuevas empresas de alimentos de Estados Unidos es limitado en comparación con lo que captan las firmas de Internet.

 

No obstante, la inversión de capital de riesgo en agricultura y alimentos se disparó un 54% en 2014 para llegar a 486 millones de dólares, según Dow Jones VentureSource.

 

Varios grupos agroindustriales han lanzado filiales de capital de riesgo y algunos gestores de inversión han recaudado fondos para tecnologías de alimentos y agricultura.

 

La firma de capital riesgo de Nueva York Paine & Partners, por ejemplo, captó en enero 893 millones de dólares para invertir en áreas como la producción de proteínas y seguridad alimentaria, informa su director general, Kevin Schwartz.

 

Motor de esta inversión

 

El motor de estas inversiones es una combinación de tecnología inalámbrica barata, mejores herramientas de recolección de datos y de monitoreo de cultivos, además de una generación de emprendedores jóvenes que quieren responder a las nuevas demandas del mercado y alimentar a la creciente población mundial.

 

Por otra parte, los consumidores analizan el contenido de sus alimentos, lo que lleva a las empresas a que aumenten la transparencia de sus cadenas de suministro.

 

Análisis de datos

 

Los agricultores empiezan a adoptar el análisis de datos detallados en tiempo real para evaluar temas como los costes, velocidad y producción, al igual que lo hacen las compañías manufactureras.

 

En los últimos años, los productores de maíz y soja comenzaron a utilizar este tipo de técnicas de “agricultura de precisión” para tomar decisiones mejor informadas.

 

Thomas McPeek adaptó una tecnología de escaneado láser empleada en la arquitectura a las plantaciones de naranjos en Florida.

 

Emplazado en una camioneta que cubre alrededor de 120 hectáreas al día, el dispositivo -desarrollado por su empresa, AGERPoint Inc- analiza el reflejo de la luz en los árboles para determinar desde la altura y la densidad de sus copas hasta qué naranjos necesitan agua o padecen enfermedades o plagas.

 

El instrumento produce un mapa que algunos agricultores usan para determinar con mayor precisión la cantidad de agua, pesticida y fertilizante que necesita cada árbol.

 

Mediante esta recopilación de datos “ayudamos a reducir una gran cantidad de desperdicio” de la cadena de producción agrícola, dice McPeek.

 

Su compañía ultima los detalles de una inversión de una firma de capital de riesgo que permitirá triplicar su personal a 12 personas, añade el ejecutivo. AGERPoint no quiso revelar el total de la inversión.

 

La agricultura llega a la ciudad

 

La cantidad de tierras de cultivo no está aumentando en Estados Unidos, de modo que los emprendedores tratan de llevar la agricultura a las ciudades.

 

“Estamos tratando de crear una legión de agricultores urbanos”, señala Todd Dagres, socio de Spark Capital, la firma de capital de riesgo que encabezó en diciembre una ronda de financiación de 3,7 millones de dólares para Freight Farms Inc.

 

Freight Farms reacondicionó contenedores navieros con luces led, sensores y sistemas hidropónicos para producir lechugas y otras verduras.

 

Los contenedores sellados producen alrededor de 500 lechugas por semana durante todo el año, incluso en lugares tan fríos como Canadá.

 

Su cofundador y director ejecutivo, Brad McNamara, indicó que las unidades cuestan 76.000 dólares cada una y que no necesitan pesticidas.

 

Seguridad alimentaria

 

En la primera década del siglo XXI, una oleada de retiradas del mercado de alimentos que provocaron enfermedades o incluso la muerte de cientos de personas alarmó a los agricultores y llevó a los legisladores a aprobar normas más estrictas de seguridad alimentaria en Estados Unidos.

 

Un floreciente número de empresas pretende beneficiarse de las nuevas regulaciones, que imponen criterios más severos y uniformes para verificar la seguridad de los alimentos.

 

Icix North America LLC desarrolló un software que ayuda a los minoristas a rastrear la ruta de un producto a través de la cadena de proveedores y transportadores.

 

Invisible Sentinel Inc produce sistemas que permiten comprobar rápidamente la presencia de patógenos como la salmonela o la listeria en alimentos y bebidas; para ello utiliza un dispositivo manual semejante al que se usa en las pruebas de embarazo.

 

RapidBio Systems Inc emplea un dispositivo similar que permite comprobar si las verduras y otros alimentos están exentos de patógenos tóxicos.

 

Los consumidores más jóvenes se están acostumbrando a una comida más sana y diversa, y se preocupan más por la manera en que se tratan los animales, el agua, la tierra y otros recursos durante la producción de alimentos.

 

Los inversores, por lo tanto, apuestan a que los alimentos con métodos de producción alternativos tendrán una gran demanda.

 

Hampton Creek Inc, Impossible Foods y Beyond Meat son algunas de las empresas de reciente creación que producen alimentos como hamburguesas y mayonesa a base de ingredientes de origen vegetal en lugar de proteínas animales

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Modern Meadow Inc produce proteína animal en el laboratorio a partir de células animales, y Rosa Labs elabora Soylent, una bebida nutricional hecha de vitaminas, minerales y otros nutrientes que sustituye a una dieta equilibrada.

 

Grandes inversores

 

Las nuevas empresas cuentan con el respaldo de inversores como Bill Gates, cofundador de Microsoft Corp; Li Ka-shing, multimillonario de Hong Kong; y Google Ventures.

 

En diciembre, Hampton Creek, que utiliza algarrobas y sorgo canadiense en lugar de huevos para producir mayonesa y galletas, recaudó 90 millones de dólares en una ronda liderada por Horizons Ventures, de Li, y Khosla Ventures, una firma de capital de riesgo de Silicon Valley.

 

“Estamos tratando de reinventar la producción de alimentos desde el punto de vista de la sostenibilidad y la salud”, afirma Sarah Sclarsic, directora de negocios de Modern Meadow.

 

Fuente: elEconomista