Una psicóloga en Google Una psicóloga en Google

Mariana Hernández, directora de estrategia para Google Latinoamérica

Quizá cuando Mariana Hernández culminó su carrera de Psicología en la Universidad Católica Andrés Bello a mediados de los años noventa, no pudo prever lo que le aguardaría su interés por la psicología del consumo. Fue gracias a ello que encontró su primer trabajo en una agencia de publicidad: “Resultó que el área de estrategia es perfecta para una psicóloga interesada en entender las tendencias sociales, económicas, culturales y humanas que definen nuestros comportamientos”. A partir de ahí comenzó una impecable carrera profesional que la llevaría a evolucionar en el mundo de la publicidad durante varios años, al mismo tiempo que continuó forjando una carrera académica envidiable, que la llevó a prepararse en la Universidad Complutense de Madrid, en la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia y en la Escuela de Gerencia del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Para Hernández, la formación constante es parte fundamental de su carrera: “Podría vivir solo estudiando, ser una estudiante eterna. Siempre que tengo un espacio trato de estudiar algo interesante, actualizarme, aprender”.

Desde hace dos años se desempeña como directora de estrategia para The Zoo, espacio dentro de Google México en el que se generan proyectos de desarrollo creativo. Como líder de equipo, el respeto a la singularidad de cada trabajador es uno de los aspectos que más valora: “Trato de ver los valores únicos que cada individuo suele traer. En términos generales trabajo mejor con las personas curiosas intelectualmente, a quienes les gusta aprender y leer, que disfrutan de hobbies, intereses y de la vida cultural, que buscan un balance entre lo personal y laboral y que le ponen el corazón a todo”.

Para ella, ser mujer en medios como el de la publicidad y la tecnología implica un reto que ha sabido manejar: “Los primeros años fue algo que no pensé, me dediqué a trabajar y luego me fui a estudiar. Después con la madurez y el crecimiento profesional empecé a sentir el reto de ser una mujer en un entorno competitivo. No creo en discursos extremos ni en la igualdad. Pienso que las diferencias entre hombres y mujeres son esenciales y necesarias. Somos complementarios. En el trabajo también. Ahora bien, creo y defiendo profundamente la equidad y el acceso libre a las oportunidades de desarrollo. Ejerzo mi feminidad, que me parece muy valiosa, no creo que haya que masculinizarse para crecer y ser una líder”. Considera, a su vez, que una líder exitosa debe tener vocación de servicio: “Los líderes están para servir a su equipo y a su empresa. Ser una herramienta de mejora y crecimiento para su equipo, una fuerza interna de su empresa. También es esencial tener capacidad de aprendizaje y cambio; poder soltar viejos paradigmas, abrirse a lo nuevo y hacer espacio a los que vienen”.

Fuente: ElNacional.com