Ejercitarse no tiene por qué afectar su presupuesto Ejercitarse no tiene por qué afectar su presupuesto

Por Jessica Morales  (@jessicaamorales)

Mantenerse en forma es mucho más que una moda, implica un conjunto de prácticas necesarias para tener una mejor condición física, una mejor apariencia y para evitar problemas de salud.

Probablemente una de las razones por las que usted no ha iniciado una rutina de ejercicios es porque no cuenta con dinero para pagar la mensualidad de un gimnasio, u otro centro de entrenamiento.

Pero, tome en cuenta que seguir una rutina semanal de ejercicios no tiene por qué desajustar nuestro presupuesto. Es cierto que el gimnasio es un lugar que reúne equipos adecuados, supervisión y una variedad de opciones para entrenarnos, pero hay otros espacios en los que podríamos hacerlo.

Identifique si en su comunidad, urbanización o conjunto residencial existen áreas seguras en las que podría ejercitarse. Si es así, en conjunto con otros vecinos podría realizar prácticas e incluso contratar a un instructor para recibir algunas clases. Suele ser más económico.

Parques o plazas que estén cercanas a su residencia o a su lugar de trabajo podrían ser una excelente opción para ejercitarse al aire libre. Cerciórese de que sean espacios seguros, evite las horas nocturnas y opte por acudir en los horarios en los que son visitados por un mayor número de personas.

Identifique también las clases y prácticas gratuitas o a bajo costo que ofrecen fundaciones, organizaciones y particulares algunos días de la semana en ciertos espacios de su ciudad. Resultan una excelente opción.

Si prefiere acudir al gimnasio y cuenta con recursos para hacerlo, procure tener claro lo que realmente requiere para evitar pagar de más.

Por ejemplo, asegúrese que de el plan que tiene o al que se suscribe, lo está aprovechando o lo aprovechará al máximo, evalúe si hay otro más económico que atienda sus requerimientos.  Si está pensando en inscribirse en uno de estos centros,  procure hacerlo al principio del mes para aprovechar por completo el pago, a menos que sólo le cobren por los días que asistirá.

Pregunte por las promociones y descuentos que tiene el gimnasio. Algunos aplican precios especiales si se pagan varios meses simultáneamente, también para las inscripciones de grupos y de familia. Además, hay algunos que ofrecen tarifas más bajas si se utilizan sus espacios y equipos en determinados horarios del día. Si su trabajo y obligaciones le permiten acudir en estos horarios podrá ahorrarse algo de dinero.

Antes de inscribirse y pagar por un plan en un gimnasio o por un programa en alguna academia o centro deportivo, es recomendable que asista  a una clase o sesión de prueba, aunque tenga que pagarla. Así tendrá la certeza de que lo que le ofrecen es lo que busca y no perderá su dinero.

Otras opciones para ejercitarse son desempolvar su bicicleta, caminadora y otras máquinas de ejercicio que tenga en casa. Propóngase seguir una rutina en éstas mientras ve televisión o escucha música.

Bailar es un excelente ejercicio, además de ayudar a quemar calorías,  proporciona energía y libera endorfinas. Anímese a ubicar y a seguir algunas de las clases que ofrecen instituciones y reconocidos instructores en Internet.