Cuando los caraqueños celebraban los 400 años de la fundación de la capital, -recién cumplidos días antes-, el 29 de julio de 1967, un violento terremoto estremeció la Gran Caracas a las 8:05 de la noche. El sismo, de magnitud 6.5 grados en la escala de Richter, rompió los equipos de percepción de movimientos telúricos del Observatorio Cajigal, pero se pudo ubicar su epicentro en la zona sísmica exterior norte de Caracas, que se extiende por más de 20 kilómetros entre las poblaciones de Arrecifes y Naiguatá, la misma zona donde se originaron los sismos de 1641, 1812 y de 1900.
Ese mismo día, muy temprano en la mañana, los colombianos habían sentido el poder de la naturaleza: a las 5:25 am, un temblor de 5 grados de intensidad estremeció los departamento de Galán, Boyacá, y la capital -Bogotá-, sin mayores daños que lamentar.
¿Voces del más allá?
Premoniciones y voces agoreras de todo tipo precedieron al desastre
: El 2 de noviembre de 1966, el profesor Luis Beltrán Reyes publicó en el periódico El Universal las predicciones de la vidente italiana Marina Marotti quien vaticinaba “que una ciudad de América de Sur en la que se celebrarían muchas fiestas; estaría llena de polvo, ruinas, muerte y destrucción”. Poco después profetizó que Caracas “sería sacudida por un fuerte temblor de grandes consecuencias a mediados del año 1967 y que el mismo dejaría una huella de dolor y muerte”.
Iniciando el año 1967, la revista “Elite” publicó un reportaje del periodista Luis Duque titulado: “¿Un terremoto destruirá a Caracas?” donde hacía referencia tanto a las profecías de pitonisa italiana como también a que presuntamente el sabio Alexander von Humboldt habría declarado en 1800 que, en un plazo de 150 años, Caracas podía ser completamente devastada por un gran terremoto.
Por si fuera poco, diez días antes del temblor, el parapsicólogo y miembro de la “Federación Espiritista de Venezuela”, el profesor Luis Hernández, declaró al diario El Nacional desde Maracaibo, que uno de los médium de esa federación había logrado percibir que un terremoto de peores consecuencias que el de 1812 asolaría a Caracas.
35 segundos mortales
La magnitud del terremoto fue tal que imponentes edificios como los bloques de El Silencio se vinieron abajo. En el Este de Caracas, fueron afectados edificios como El Roxul, Royal Coral y Blue Palace. En Vargas, hubo una ruina parcial de edificaciones altas; cinco de los once pisos del emblemático edificio “Mansión Charaima” quedaron destruidos. El periodista Nelson Bocaranda recientemente recordó el episodio -su familia tenía un apartamento en Mansión Charaima-, en su libro “El Poder de los Secretos”.
35 segundos bastaron para dejar un balance de 2.000 mil heridos, al menos 236 muertos y daños materiales que superaron 10 millones de dólares de la época.
A continuación, extracto del “Noticiero Nacional” de Bolivar Films informado sobre el terremoto de Caracas en el año 1967 (cortesía youtube)