Una lágrima por Miguel Cabrera Una lágrima por Miguel Cabrera

Por Ignacio Serrano. @IgnacioSerrano
La devastadora lesión que cortó en apenas 38 juegos la temporada de Miguel Cabrera es la más grave que ha sufrido en su trayectoria de 15 temporadas en las Grandes Ligas y dejó a la embajada vinotinto en MLB como capilla sin santo.
Cabrera vivía a sus 35 años de edad la que posiblemente sería uno de sus últimas temporadas con la posibilidades de rendir a tope. Pocas super estrellas han puesto números brillantes después de los 36 y el aragüeño había mantenido buenos promedios en esta zafra, a pesar de las lesiones que le afectaron desde finales de abril y que le sacaron de juego por todo mayo.
Estaba a punto de volver a hacer historia. Necesitaba sólo un hit más para igualar los 2.677 que disparó el gran Luis Aparicio en sus 18 torneos. Apenas le separan 201 del no menos grande Omar vizquel y, a pesar de los problemas físicos, seguía en carrera por otra temporada sobre .300 con el madero.
Cabrera no se encuentra lejos de los 500 jonrones, le faltan apenas 35, y los 3.000 hits también están a su alcance, en teoría. Pero nunca como ahora habían parecido tan lejanas esas metas, tras verle caminar adolorido desde el home hasta la cueva, en evidente señal de que algo muy malo había ocurrido.
El mejor pelotero venezolano de todos los tiempos regresará en 2019 después de ser operado por la rotura del tendón del brazo izquierdo, una vez que complete lo que se prevé será una larga rehabilitación. Pero ahora está más claro que nunca que es un ser humano, como cualquiera de sus compatriotas.