Por: Jessica Morales @jessicamoralesh
Procurar atender nuestras necesidades y las de nuestra familia, nos lleva diariamente a estar sometidos a mucha presión, estrés y ansiedad. Quizá tenemos más de un trabajo y además debemos estar constantemente activos para administrar de la mejor manera los servicios básicos y los recursos de nuestro hogar.
Sin embargo, es fundamental reservar momentos de cada día para realizar al menos una actividad que nos guste y nos haga sentir bien. Esto no solo nos permitirá recargar energía y mejorar nuestra productividad, también nos ayudará a mantener nuestra salud física y mental.
Tomemos en cuenta que realizar una actividad que nos guste y nos distraiga no tiene por qué implicar grandes gastos. Podemos hacerla en casa, al aire libre, o en grupos de personas con intereses similares.
Por ejemplo, para cumplir con una necesaria rutina de ejercicios, podríamos identificar un espacio en nuestro conjunto residencial o en nuestra comunidad. Eso sí, debemos cerciorarnos de que ese espacio es seguro. Tenemos que evitar ir de noche y acudir en los horarios en los que es visitado por un mayor número de personas. También podemos utilizar las bicicletas, caminadoras o equipos que tengamos en casa y seguir una rutina mientras vemos televisión o escuchamos esa música que nos gusta.
Otra opción a la que podemos recurrir, es registrarnos en las clases y entrenamientos gratuitos o a bajo costo que ofrecen fundaciones, organizaciones, alcaldías y particulares, algunos días de la semana, en ciertos espacios de nuestra ciudad. Resultan ser una excelente opción tanto si se trata de actividades físicas como si se trata de otro tipo de prácticas y talleres.
Sobre las disciplinas, oficios y técnicas de nuestro interés, también podemos tomar clases de instructores, especialistas o centros reconocidos que son ofrecidas de manera gratuita o bajo costo en redes sociales o en sitios en Internet.
Para muchos de nosotros podría resultar cuesta arriba abrir espacio en nuestro congestionado día para distraernos o ejercitarnos durante al menos unos minutos. Pero empecemos por establecer prioridades, identifiquemos cómo administrar mejor nuestro tiempo y elaboremos un horario. Estos minutos dedicamos a hacer algo que nos gusta, nos permitirán asumir nuestra rutina diaria con mayor motivación.