Por Ignacio Serrano – @IGNACIOSERRANO
Pocos jugadores importados han cumplido con las expectativas creadas alrededor de ellos como en esta temporada lo hizo Delmon Young.
El antiguo súper prospecto de los Mellizos de Minnesota jugó más de 10 años en las Grandes Ligas y fue el cuarto bate de los Tigres de Detroit en un tiempo en el que el manager Brad Ausmus le utilizaba para proteger en el lineup al mismísimo Miguel Cabrera.
La prensa local aplaudió su firma, apenas trascendió que venía con los Navegantes del Magallanes. Y su desempeño con los turcos refrendó todo lo que se dijo de él por anticipado.
Puede que Young ya no batee el pitcheo de las Mayores como hacía antes, pero demostró que está hecho para triunfar en la pelota invernal.
Cerró el campeonato regular con la mayor cantidad de jonrones para un extranjero en la LVBP, una verdadera hazaña, tratándose de un circuito por el que han pasado maderos cargados de dinamita, como Cecil Filder, Bob Darwin y Clint Hurdle.
En un torneo donde brillaron actuales bigleaguers, cómo Willians Astudillo y Franklin Barreto, Young se alzó como el principal slugger y uno de los importados más notables en la historia del circuito.
