Por: Javier González | @javiergon56 – Carlos Figueroa Ruiz | @CFigueroaRuiz27Tras más de medio siglo de gran actividad hípica en el llamado óvalo de El Paraíso, el principal escenario nacional de carreras de caballos se trasladó a la moderna pista de Coche a partir de 1959El viejo hipódromo, que desde 1908 funcionaba donde está ubicado hoy el liceo Edoardo Crema, en la urbanización de El Paraíso, fue sustituido por el flamante complejo cuyos terrenos al suroeste caraqueño formaban parte de la Hacienda La Rinconada, los cuales fueron adquiridos por el Estado venezolano, el 5 de enero de 1954, con una inicial de nueve millones ochocientos veinte y un mil cuatrocientos bolívares (Bs. 9.821.400). Luego, durante los siguientes cuatro años, se pagaría anualmente un giro de dos millones quinientos mil bolívares (Bs. 2.5000.000). El gobierno presidido por el general Marcos Pérez Jiménez contrató, en ese mismo año de 1954, para la elaboración del proyecto al famoso arquitecto estadounidense Arthur Froelich, quien había diseñado las instalaciones de célebres hipódromos como Belmont Park, Aqueduct y Hollywood Park, mientras que el brasileño Roberto Burle Marx quedó a cargo de construir todo lo concerniente al paisajismo, basada en magníficos jardines con espejos de agua. Posteriormente, Burle Marx diseñó, junto con Leandro Aristeguieta, el Parque del Este, en Caracas, y el Jardín Botánico, en Maracaibo. En 1956 se inició la construcción de La Rinconada, uno de los recintos más importantes para las carreras de caballos, comparado en su época como una de las joyas arquitectónicas de la hípica mundial y cuyo costo total sobrepasó los 70 millones de dólares. Aspecto de la tribuna principal en construcción
A principios de 1958 es derrocado Pérez Jiménez, por lo que se demora la apertura de la fastuosa obra hasta principios del segundo semestre de 1959. La última reunión hípica en El Paraíso se celebró el 28 de junio de 1959 y al siguiente domingo se produjo la inauguración del nuevo hipódromo de Caracas, cuyo primer presidente fue el médico obstetra Francisco Flamerich.
La asistencia a la jornada de inauguración quedó registrada como la más alta en la historia de los espectáculos de entretenimiento en Venezuela. Según el diario El Nacional, 60.000 personas colmaron las instalaciones el 5 de julio de 1959. La reseña agregó que el Hipódromo Las Rinconada contaba con 18 entradas principales, tres tribunas (A, B y C) con múltiples accesos mecánicos, dos estacionamientos con capacidad para 8 mil vehículos, 27 bares, 48 taquillas de venta de boletos, 20 taquillas para el cobro de apuestas y una pista de 1.600 metros que luego fue modificada a 1.800.
Un día antes de la inauguración oficial del Hipódromo La Rinconada, la Junta directiva del Instituto Nacional de Hipódromos (INH) realizó un acto especial en el que, entre otros eventos, se le rindió homenaje a Luis Plácido Pisarello, precursor de la narración hípica en Venezuela“Desde temprano, las tribunas fueron insuficientes para albergar al numeroso público que acudió a presenciar el espectáculo hípico. Marco especial era el “Clásico Fuerzas Armadas”, en 3.200 metros, que disputaban los mejores caballos de las máximas series. Y punto de enganche significaba la presencia de la mujer venezolana en toda su esplendorosa belleza y elegancia. En el clásico, a doble vuelta, intervinieron, en orden de partida, Morocco, Porvenir, Zurrido, Mc Kingley, Macuto, Petróleo, Banal, Hispano, Escribano, Golango, Servicial y Magallanes. Metros después todo se reducía a Banal y Morocco. Y, al final, un galopón de Banal, conducido por Gustavo Ávila y preparado por Millard Ziadie, cargó con la victoria, con Petróleo de sobreviviente para escoltarlo a prudencial distancia.
Poco antes, en la primera prueba que se verificó en el moderno hipódromo, se impuso el ejemplar Juan Griego, guiado por Félix García y entrenado por Juan Evangelista Lander.
El Hipódromo La Rinconada es una de las joyas arquitectónicas de la hípica mundial