A lo largo de la década de 1940, el beisbol se atornilló como la disciplina que logró despertar mayor pasión entre los seguidores de la actividad deportiva en Venezuela.
Por: Javier González | @javiergon56 y Carlos Figueroa Ruiz | @CFigueroaRuiz27
Los tres títulos conquistados por selecciones nacionales en las ediciones 1941, 1944 y 1945 del Campeonato Mundial Amateur, la visita del equipo Todos Estrellas de las Ligas Negras estadounidenses para disputar series en Caracas y Maracaibo a finales de 1945 y principios de 1946, la creación de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), en enero de 1946 y la primera Serie Interamericana que, organizada por Jesús Corao, se disputó en noviembre de ese año en el estadio Cerveza Caracas con los clubes Bushwick (Estados Unidos), All Cubans (Cuba), Sultanes de Monterrey (México) y Cervecería Caracas (Venezuela), encausaron a nuestra pelota hacia su consolidación definitiva.
En un ambiente tan favorable para desarrollar el interés del público por acudir a los juegos, los equipos más populares de las ligas mayores de Estados Unidos, Yankees y Dodgers diseñan su calendario de primaveral de 1947 con partidos de exhibición en escenarios latinoamericanos de La Habana, San Juan, Caracas y Ciudad de Panamá.
Los Yankees arriban a la capital venezolana en la última fecha de febrero y a partir del sábado 1 de marzo inician una serie de tres encuentros contra tres de los cuatro equipos profesionales que acababan de iniciar la fase complementaria del segundo campeonato de la LVBP. Era la primera vez que un equipo de Grandes Ligas visitaba Venezuela.
La atractiva serie internacional que se complementaría con tres juegos de exhibición entre Yankees y Dodgers en las últimas tres fechas fue organizada por el empresario Alberto Wicklemann. El costo de los boletos fue de 57 bolívares (unos 17 dólares al cambio de bolívares 3,35 por la divisa estadounidense) para la localidad de palco de tribuna y poco menos de tres dólares (8,75 bolívares) para gradas. Por su presentación en Venezuela en seis partidos, los de Manhattan cobraron 37 mil 500 dólares por seis juegos, mientras que el conjunto de Brooklyn facturó 19 mil dólares por tres presentaciones.
Del Abra de Catia a San Bernardino
Conducidos por Bucky Harris, quien era conocido de la afición venezolana por haber dirigido a nuestro primer bigleaguer, Alejandro “Patón” Carrasquel, en sus primeras cuatro temporadas con los Senadores de Washington (1939-1942), los Yankees, de acuerdo a la reseña publicada por el periodista Juan Antillano Valarino (A. V. Jota), en el diario La Esfera, arribaron al aeródromo de Maiquetía el viernes 28 de febrero a las once y veinte minutos de la mañana, en un cuatrimotor de la Pan American World Airways, con una delegación de 54 personas procedentes de San Juan de Puerto Rico, al frente de la cual estaba el presidente del equipo, coronel Larry McPhail. No viajó con el club el estelar jardinero Joe DiMaggio, quien se encontraba lesionado.
Abelardo Raidi y Juan Antillano Valarino (AVJota), reporteros de los diarios capitalinos El Nacional y La Esfera, junto al jardinero suplente de los Yankees Willie “Kin Kong” KellerEntre los jugadores de los famosos mulos que se pudieron distinguir a la llegada se encontraban los lanzadores Allie Reynolds, Bill Bevens, Al Lyons, Mel Queen, Spec Shea, Spud Chandler, Tommy Byrne, Clarence Marshall, Vic Raschi, Vince DiBiasi, Dan Johnson, Frank Hiller, Rugger Ardizoia y Carl DeRose; los receptores Sherm Lollar, Aaron Robinson y Ralph Houk; los infielders Nick Etten, Bobby Brown, Jack Phillips, Snuffy Stirnweiss, Hank Thompson, Phil Rizutto y Ray Mack, y los jardineros Larry (Yogi) Berra, Tommy Henrich, Charlie “King Kong” Keller, Cliff Mapes, Allie Clark y Joe Medwick. Ante la poca información proporcionada por los Yankees a su llegada a Caracas, A. V. Jota relató detalladamente que el recorrido que hizo el popular equipo para instalarse en su hotel: “La comitiva, alrededor de treinta automóviles, entró a Caracas por el Abra de Catia, cruzando el Atlántico para atravesar El Paraíso, llegar al Puente Restaurador, seguir hasta la esquina de Cipreses, de aquí hasta la esquina de los Bloques 6 y 7 en El Silencio para seguir hasta le esquina del liceo Fermín Toro, cruzando hacia el boulevard del Capitolio hasta la esquina de El Conde; de allí hasta la esquina de Manduca para cruzar hasta el Nuevo Circo y seguir la vía de “Los Caobos” por el puente Mohedano y regresar por la vía principal para llegar a la esquina de la planta de los Tranvías Eléctricos y luego subir por San Bernardino, para arribar al Hotel Ávila. Todos, muy cansados, no pudieron ofrecernos nuevos informes”.
Sorpresa del Vargas
Los equipos locales se refuerzan con peloteros procedentes de la liga de Cuba para la primera etapa del evento. “Ametralladora” Thompson, Raymond “Talúa” Dandrige, Lennox Person, Heberto Blanco, Gentry Jessup, Claro Duany, Lloyd Davenport, se sumaron a las nóminas de los Sabios del Vargas y el Magallanes. El Cervecería mantuvo su tradición de jugar solamente con peloteros criollos.
El venezolano Ramón “Dumbo” Fernández recibe el trofeo de Jugador Más Valioso de la serie entre clubes de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) y el equipo de Grandes Ligas Yankees de Nueva YorkEn el primer choque, “los Sabios” producen la grata sorpresa al imponerse 4 carreras por 3, al aprovechar un error del jardinero Cliff Maples, quien fue “bañado” por tablazo de Davenport que llevó a la goma a los hermanos dominicanos Güigüi y Pepe Lucas en el octavo, para sentenciar el juego favor de los campeones de la pelota venezolana. Hilton Smith, quien en 2001 ingresó al Salón de la Fama por su actuación en las Ligas Negras, probó ese día que era el mejor lanzador del torneo profesional con la tropa varguense, al limitar a los Yankees a un imparable y otorgando apenas dos boletos en los primeros cinco episodios.
El domingo 2 de marzo, los Yankees lograron superar algunas deficiencias defensivas para vencer 5-4 al Magallanes, gracias a doble de Al Lyons y sencillo de Ralph Houk en el noveno episodio. En el tercer y último desafío de la serie contra las franquicias locales, vencieron 9-2 al Cervecería Caracas. Houk con jonrón y triple del promisor Yogi Berra encabezaron la ofensiva de los Mulos.
Peloteros a la cárcel
Esta primera parte de la serie produjo noticias insólitas como el encarcelamiento de los lanzadores estadounidenses del Vargas, Eddie Chandler y George Brown. Ambos serpentineros, prospectos de los Dodgers, habían recibido órdenes de Branch Rickey, gerente de la organización de Brooklyn, de que no podían lanzar después del 28 de
febrero. Al negarse a actuar durante el primer choque entre Sabios y Yankees, fueron llevados por la policía a la jefatura de San Agustín, por lo que debieron contratar a un abogado y anunciar que demandarían al equipo por un millón de bolívares, hasta que fueron dejados en libertad e indemnizados con cinco mil bolívares cada uno.
Llegan los Dodgers
El lunes 3 de marzo llegaron los Dodgers de Brooklyn a Venezuela, encabezados por el polémico estratega Leo Durocher, quien acababa de contraer matrimonio con la actriz de Hollywood, Laraine Day. Antes de alojar a su equipo en los hoteles Majestic y Waldorf del centro de Caracas, Durocher confirmó que en la nómina de su equipo no figuraba el novato Jackie Robinson, quien en la jornada de apertura de la temporada de 1947 rompió la llamada barrera racial al convertirse en el primer afroamericano en jugar en la etapa moderna de las Grandes Ligas. Entre otros jugadores vinieron los lanzadores Joe Hatten, Rex Barney, Johnny Van Cuyck, Erv Palica y John Nozinski; los catchers Dixie Howell y Bobby Bragan; los infielders Pee Wee Reese, Arky Vaugham, Ed Stevens, Eddie Stanky, Stan Rojek, Eddie Miksis y Cookie Lavagetto y los outfielders Gene Hermanski, Carl Furillo, Dixie Walter, Pete Reiser, Dick Whitman y Boris Woyt.
Los Yankees se llevaron la Copa Ciudad de Caracas al imponerse en dos de los tres compromisos que celebraron contra los Dodgers, en una especie de adelanto de la Serie Mundial de ese año.
El 4 de marzo, ante 14 mil personas, los dirigidos por Harris dieron soberbia demostración de poderío para llevarse el triunfo por paliza de 17-6 en encuentro que, aunque aburrido, sirvió para que la fanaticada comprobara la calidad defensiva de los dos torpederos titulares, Rizutto y Reese, quienes ofrecieron buenas demostraciones
con el guante. Brooklyn tomó desquite en el segundo desafío al ganar 8 carreras por
7, gracias a racimo de cinco anotaciones en la parte alta del noveno, que facturaron con una base por bolas y cinco inatrapables. Vic Raschi, Eddie Hiller y Al Lyons se encargaron de darle la victoria a los Yankees en el último choque al blanquear 4-0 a los Dodgers en un encuentro que se mantuvo sin anotaciones hasta el quinto inning. El abridor de Brooklyn, Eddie Chandler (el mismo que estuvo preso), fue castigado con todas las anotaciones del juego en el sexto capítulo, cuando un error de Bobby Brown en la antesala, más dos dobles y un sencillo produjeron todas las anotaciones.
Siete meses después, los Yankees dieron cuenta de los Dodgers de Brooklyn en siete juegos para llevarse el undécimo de los 27 títulos de Serie Mundial que han obtenido en su exitoso historial entre 1923 y 2019.
Estadio Cerveza Caracas de San Agustín, escenario en el que se enfrentaron antes de comenzar la temporada de Grandes Ligas de 1947, los equipos Yankees y Dodgers, clubes que en octubre protagonizaron la Serie Mundial de ese mismo año