El proyecto de internacionalizar la LVBP quizás esté más cerca de lo que sospechábamos.

Curazao ha sido una plaza poco citada por los aficionados del béisbol venezolano, cada vez que se discute el esquivo sueño de una tercera expansión de la pelota profesional.

Ciudad Guayana, con su estadio La Ceiba, y San Cristóbal, con el enorme Metropolitano, son las plazas naturales para el eventual crecimiento de la liga. El parque de San Félix, de hecho, es sede frecuente de compromisos oficiales desde su construcción, hace casi dos décadas.

Grupos de empresarios también han presentado proyectos para crear equipos en Coro y en el eje Guarenas-Guatire, donde en el pasado se jugó béisbol de verano. El estadio falconiano José David Ugarte es sede de la Liga Nacional Bolivariana y con frecuencia acoge encuentros de pretemporada de las Águilas o el Magallanes.

El parque Bachiller Julio Hernández Molina ha sido sede de la LVBP en tres períodos diferentes. Pero desde que Margarita se quedó con el Pastora de Los Llanos, rebautizándole como Bravos, el escenario ubicado entre Araure y Acarigua está vacío.

Desde ese 2007 en que nacieron los insulares tampoco se habla de expansión.

Curazao asomó calladamente en los años 90, como una alternativa para algunos dueños de equipos por aquel entonces, en caso de crecer la liga. Y Cartagena. Y Panamá. Nunca ocurrió.

La crisis por la renegociación del contrato de arrendamiento del estadio Universitario hizo reaparecer la opción curazoleña como hogar alternativo para los Leones del Caracas y los Tiburones de La Guaira, al menos en algunos duelos.

Pero puede que sea más. Empresarios antillanos y panameños desean contar con juegos de la LVBP en esos países, este año.

La internacionalización de la pelota criolla no sería un experimento nuevo.

Las Águilas del Zulia disputaron dos encuentros contra los Cardenales de Lara en Homestead, Florida, en 2009. Una experiencia semejante ocurrió el año pasado, pero en Miami, como parte del tope llamado Serie de las Américas, que incluyó dos equipos dominicanos en el Marlins Park, además de los pájaros rojos y los Navegantes del Magallanes.

¿Una LVBP en Curazao, Panamá y Miami? Puede que sí. Con o sin expansión.

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