En la actualidad las necesidades tecnológicas no dejan de crecer y cada día los dispositivos inalámbricos para conectarse a Internet consumen más y más datos. En la búsqueda a una solución ante el congestionamiento de la red, un equipo de investigadores de la Universidad de Tecnología de Eindhoven (Países Bajos) han encontrado un sistema que es 100 veces más rápido que el Wi-fi, se llama Li-Fi.
Aunque está tecnología inalámbrica se dio a conocer por primera vez hace cuatro años, recientemente se realizaron las primeras pruebas fuera del laboratorio. Esta sorprendente solución se basa en una red inalámbrica de rayos ópticos infrarrojos completamente inofensivos. Tras varias pruebas, los científicos han conseguido que la velocidad de transmisión de datos sea de 1GB. Otra de las ventajas de este invento es que no será necesario compartir la conexión, puesto que cada dispositivo obtiene su propio rayo de luz: siendo 100 veces más rápido que el Wi-fi y con una configuración, sencilla, rápida y económica.
El secreto del funcionamiento del Li-fi está en unas “antenas de luz” centrales- que los usuarios perfectamente podrían instalar en su techo- encargadas de dirigir los rayos de luz suministrados, por fibra óptica. Al tratarse de un aparato sin partes móviles, no requiere de mantenimiento y muchos menos de energía: las antenas poseen un par de rejillas que irradian rayos de luz en diferentes longitudes de onda y distintos ángulos que no afectan al ojo humano.
De esta forma la tecnología funciona de forma sencilla, por ejemplo usted podrá ir con su tablet por la casa y mientras se mueve, distintas antenas de luz van dándole el relevo para dar cobertura. La red rastrea la ubicación de cada dispositivo inalámbrico y se van asignando diversas longitudes de onda sin compartir capacidad ni posibilidad de interferir con el Wi-fi del vecino.
Considerando que el Wi-fi que se utiliza en estos días emplea señales de radio con una frecuencia de 2.5 o hasta 5Ghz, el nuevo sistema tiene frecuencias que son miles de veces más altas- 200 terahercios.
Los investigadores calculan que está tecnología podría estar disponible en las tiendas, en cinco años aproximadamente.
Con información de bbc.com