Title

Por: Javier González | @javiergon56 y Carlos Figueroa Ruiz | @CFigueroaRuiz27

Estremecido el público que se había cansado de abuchear, insultar y bombardear con objetos diversos a uno de los jurados pugilísticos más incompetentes en la historia del boxeo, ovacionó de pie durante diez minutos al verdadero campeón olímpico de los welters, el venezolano Pedro Gamarro, a quien un fallo arbitral le arrebató la medalla de oro

El zuliano Pedro Gamarro, también conocido como “El Tren de Machiques”, había ofrecido destellos de grandeza en el ring desde los Juegos Panamericanos de 1975, cuando brindó a Venezuela una medalla dorada. Tras su exitosa intervención en tierras aztecas, el gladiador zuliano puso todo su empeño para alcanzar la mejor condición física de cara a su siguiente participación en los Juegos Olímpicos de 1976, en Montreal, Canadá.

Un pasaje de la pelea entre el alemán Jochen Bachfeld y el venezolano Pedro Gamarro, el 31 de julio de 1976, en Montreal

Y si bien es cierto que en aquella cita sobresalieron las figuras individuales de la diminuta  gimnasta rumana Nadia Comanecci, el boxeador Sugar Ray Leonard y el medio fondista cubano Alberto Juantorena, no es menos cierto que Gamarro fue el atleta criollo que proporcionó a nuestro país la máxima satisfacción con una presea de plata que oscureció todo el brillo de la de oro porque literalmente fue atracado por los oficiales que juzgaron el último de sus cinco excelentes combates en el torneo olímpico de boxeo durante la cita canadiense.

Junto a Gamarro formaron parte del equipo nacional de boxeo en esa oportunidad el mini mosca Armando Guevara, quien llegó hasta cuartos de final, el mosca ligero Alfredo Pérez, quien logró avanzar hasta esa misma instancia, el gallo Jóvito Rengifo, quien fue eliminado en la segunda pelea, el pluma Ángel Pacheco, quien alcanzó los octavos de final al igual que el ligero Nelson Calzadilla, el welter ligero Jesús Nava, quien sucumbió en su primer compromiso, el mediano ligero Alfredo Lemus, quien alcanzó los cuartos de final, Fulgencio Obelmejías, quien cayó en su primer combate en la división de 75 kilogramos y el pesado ligero Ernesto Sánchez, quien perdió su primera refriega.

Camino a la gloria

Tras serle asignado el número 342 para combatir en la división de los 67 kilogramos, Gamarro subió por primera vez al cuadrilátero del Fórum de Montreal el viernes 23 de julio. Ese día ofreció una demostración contundente para derrotar 5-0 al yugoslavo Marjan Benes. Dos días más tarde, el domingo 25 de julio, superó la prueba que, en cierta medida, cristalizó el sueño de subir al podio, cuando venció al mismo rival que le permitió colgarse la presea áurea en México, el cubano Emilio Correa. A los 2 minutos 46 segundos del tercer asalto, el árbitro suspendió el combate. Fue una copia de la película que estaba grabada desde el año anterior. 

En su segundo combate de los Juegos, Gamarro venció por nocaut técnico en el tercer asalto al cubano Emilio Correa

El miércoles 28 de julio subió Gamarro por tercera ocasión al ring canadiense. En esta oportunidad para superar en las tarjetas 3-2 al estadounidense Jackson Clinton y avanzar de esa forma a la instancia semifinal. En esta etapa del torneo, el 29 de julio, le correspondió medirse a Reinhard Skricek, representante de la República Federal de Alemania. 

Cuando el reloj marcaba 1.42 minutos del último asalto, el tercer hombre sobre el ensogado, paró la pelea. Gamarro aseguró con ese combate la posibilidad de disputar, el 31 de julio, el máximo galardón ante Jochen Bachfeld, de la República Democrática de Alemania. Pero por la mente de Gamarro no circulaba la posibilidad de que los jueces le jugaran una mala pasada.

La reseña de la premiación de la categoría welter firmada por Xavier Domingo, de la agencia AFP y publicada en las páginas deportivas de El Universal, el domingo 1 de agosto, resume el robo del que fue objeto Gamarro: “Víctima de la más grave, de la más lamentable injusticia del torneo, Gamarro recibió hoy la más grandiosa ovación dedicada a un púgil cuando, solo frente al podio en el que tenía que haber ocupado el primer lugar, agitaba una banderita de Venezuela. 

Apertura de la sección deportiva del diario Últimas Noticias, en su edición del domingo 1 de agosto de 1976

Estremecido el público que se había cansado de abuchear, insultar y bombardear con objetos diversos a uno de los jurados pugilísticos más incompetentes en la historia del boxeo, ovacionó de pie durante diez minutos al verdadero campeón olímpico de los welters. Mientras, los otros púgiles de la categoría, los de oro y bronce, se retiraban silenciosos y con la cabeza respetuosamente inclinada ante el gladiador frustrado de su triunfo y solitario en la gloria que le regalaba el público”. 

“Robaron a Gamarro”, fueron las palabras que se escucharon en todas las emisoras de habla hispana que transmitieron el inolvidable combate. El zuliano fue el triunfador unánime para quienes vieron los tres round de una pelea cuyo resultado todavía se comenta en el mundo del boxeo.

Los jueces votaron así: Surendorz (Mongolia) y Kouchar (Irán) 60-58 y 59-58, respectivamente, a favor de Bachfeld. Mélendez (Puerto Rico) y Abdala (Túnez) se inclinaron por Gamarro 59-58. El referí yugoslavo Busic, quien inicialmente había dado empate, revisó su papeleta y puso a ganar a su camarada alemán. De nada valieron las protestas. Gamarro se conformó con la ovación del público. 

El peleador zuliano nunca saltó al profesional. Falleció en Maracaibo, a los 64 años de edad, el 7 de mayo de 2019. 

El 7 de mayo de 2019, a los 64 años de edad, falleció en Maracaibo, estado Zulia, Pedro
Gamarro, primer medallista de plata venezolano en unos Juegos Olímpicos