Consuelo Méndez: “No podemos escuchar al otro, si no nos escuchamos a nosotros mismos.” Consuelo Méndez: “No podemos escuchar al otro, si no nos escuchamos a nosotros mismos.”

Curadora del mes de octubre en el Concurso de Instagram #VALORESQUECUENTANPor: Lorena González Inneco

En esta entrevista la artista Consuelo Méndez nos expone su trayectoria como creadora, nos habla de su vida, de las relaciones del arte con el cuerpo privado y el cuerpo social, y muy especialmente, de cómo a través de la imagen podemos representar los valores.

LGI.- Consuelo, cuéntame de tu trayectoria como artista ¿Qué te ha conectado con el arte y por qué? ¿Cómo ha sido para ti este proceso?

CM.-Mi relación con el arte es de toda la vida. Una mujer de 65 años (n.1952) como yo tiene sus caminos andados. De niña, mi primer vínculo se da en el Taller de Arte Infantil del Museo de Bellas Artes en Los Caobos, Caracas, bajo la tutela de Mercedes Pardo. Además mi papá, médico, pintor y amigo de artistas, a menudo va a pintar paisajes al campo y yo soy su compañera de viaje.  En 1964, mi familia emigra a Texas, USA, y desde que entro al bachillerato participo en las clases de arte cada año. Al comenzar en la Universidad, paralelamente hago cursos en la Escuela de Arte del Museo de Bellas Artes de Houston y ya para el segundo año, logro entrar al Instituto de Arte de San Francisco, California, donde me gradúo con una especialidad en Gráfica y luego procedo a hacer una Maestría en la Universidad del Estado de California en San Francisco. Formo parte durante varios años del grupo de Mujeres Muralistas.

Regreso a Venezuela en 1976 y me relaciono gradualmente con artistas, Centros de Arte y a partir 1991 hasta 2009 formo parte del equipo docente del Instituto Armando Reverón en el área del Dibujo y Arte del Cuerpo. Al conocer al poeta y pedagogo Víctor Fuenmayor, cambia de paradigma mi proceso personal al comprender que el cuerpo es la herramienta fundamental de expresión.

Paisaje de agua. Consuelo Méndez

Mantengo una práctica artística permanente y desde mi jubilación me gusta creer que vivo plenamente mi libertad creadora. El arte, la acción artística, es mi aire y alimento para vivir. No puedo imaginar sobrevivir este estado de sitio que padece la Venezuela contemporánea sin ser artista y creadora. Ahora, intento envejecer graciosamente y expresar a través de diferentes medios lo que siento, pienso y percibo.

LGI.- La fotografía tiene un valor muy importante en tu trabajo, y recientemente  con la práctica de la fotografía móvil a través del Instagram. Cuéntame qué significa la fotografía para ti como estrategia formal y también el uso del Instagram.  ¿Cuál es la importancia de esa estrategia digital en tu trabajo?

CM.-Fotografiar significa dibujar con luz. Yo, en esencia, soy dibujante. La fotografía ha sido un medio de anotación, registro y expresión personal desde siempre. Mi mirada traspasa y habla a través de rayas, manchas, marcas, líneas, quiebres, fragmentos y colores de lo que observo y percibo del entorno. Mi juego de vida, a través del cuerpo, es re-crear lo que siento, percibo, escucho y pienso para devolverlo y compartirlo. El ser humano es el medio entre el cielo y la tierra. El arte está compuesto de expresiones que a través de diferentes lenguajes permiten expresarme.

La fotografía es una herramienta/medio que sintetiza nuestras percepciones. Soy una ladrona de imágenes, las re-uso e intervengo para hacer collages, gráficas, ilustraciones, libros objetos. Re-interpreto y de-construyo aquellas imágenes de las que me apropio.

Uno de mis formatos favoritos es el de la Polaroid, por su encuadre cuadrado, por aquello de la cuadratura del círculo. El formato del Instagram es ese cuadrado, lo hace accesible y en cuanto puedo tener a un teléfono inteligente entro en éxtasis creativo. Se me ha hecho posible la anotación directa de la naturaleza cercana, compartirla e ir archivando ideas e imágenes para un futuro desarrollo.

El Instagram es importante en mi proceso artístico porque me permite la comunicación inmediata de mis inquietudes creativas. Al ser digitales, las imágenes están disponibles para su uso a muchos niveles diversos. Especialmente me interesa su carácter de archivo, registro y gráfico. En esta coyuntura social, vivo un exilio particularísimo dentro de mis propios espacios, casa y jardín, y a través del Instagram lo expreso y lo presento para conectarme con el mundo.

LGI.- Eres jurado de este mes en el concurso #Valoresquecuentan. ¿Qué piensas de los valores que te han tocado trabajar? ¿Cómo los has constituido en las imágenes? ¿Puedes comentar con los concursantes cómo logras representar un valor a través de la fotografía?

Las manos de Victoria. Consuelo Méndez

CM.-Lo de los valores es un tema que ha venido navegando en mi trabajo personal y en las actividades en las que me he sumergido en el contexto del Arte Terapia y la Danza Movimiento Terapia en estos últimos tiempos. Para comprender lo que está ocurriendo en el mundo contemporáneo, hace falta reflexión profunda en torno a los valores humanos, las fallas, las heridas, las faltas de nuestros vínculos y relaciones. Si te soy sincera en mi mirada y percepción del mundo, esos valores se cuelan: #honestidad #solidaridad #confianza y #responsabilidad. Quizás pueden parecer términos abstractos e irrepresentables para ser expresados creativamente, o que inciten a una representación literal, pero ahí precisamente está el reto creativo: ¿cómo decir sin decir directamente? A través de la expresión creativa hacemos uso de la metáfora que nos abre al misterio y a la extrañeza estética de la imagen. La mirada, la escucha y la percepción vienen tamizadas y son expresadas a través de nuestras emociones, intuiciones, ideas y sentimientos que tenemos desde y sobre el espacio que nos circunda. Esa representación es un reto a desarrollar por mi forma de encuadrar y seleccionar elementos de esa cotidianidad que me atrapa. Juego con las palabras, las tengo en mente, y a través del lente del celular selecciono, espero, enfoco, escucho y algo ocurre en mi atención que se revela en un momento particular de cada imagen.

Por ejemplo, en la imagen de Las manos de Victoria que hice ayer (15 Octubre) para el valor #responsabilidad anoto que: “significa capacidad de responder ante una situación, una acción, un valor. Estas manos han sabido responder a la vida.”

LGI.- ¿Crees que el arte puede ayudar a cambiar los problemas de una sociedad? ¿Cómo el arte y la creatividad pueden mejorar nuestras heridas o volver a tejer lo que en cierta forma se ha fracturado? ¿Es esto posible? ¿Y cómo se puede hacer posible?

CM.-No se si el arte en sí puede cambiar los problemas de una sociedad humana. El arte puede señalar los problemas, indica, subraya, muestra y expone al ser humano. Lo que sí se con certeza es que el arte puede ayudar a cambiar al ser humano cuando éste se toma el tiempo y baja la velocidad para percibirse a si mismo. Ese percibirse a sí mismo es un acto creativo. Cuando a la vida de un ser entra un cambio de mirada, de percepción, primero en sí mismo, éste cambia su forma de ver hacia afuera, al mundo y a los demás. Esto es algo que acontece interiormente. Es algo que tiene que ver con la escucha; pero no podemos escuchar al otro,  si primero no nos escuchamos a nosotros mismos.

Y como somos seres esencialmente expresivos, la calidad de esa expresión cambia.  Y por ende sus creaciones. Cada ser tiene la tarea de encontrar ese lenguaje o lenguajes naturales que le permitan expresarse y vincularse con los demás.

¿Eso cambia la sociedad? Vivimos en un mundo fracturado, roto, herido. Esto no acontece solo en Venezuela. La humanidad entera está herida, el planeta tierra está herido. Vivimos procesos de ruptura, hace falta que nos hagamos conscientes de la situación común que vivimos y nos abramos a ejercer esos cambios.

El arte sensibiliza al ser humano, lo ubica en el presente. El arte sana, salva, nos ofrece alternativas.

El poeta e.e.cummings lo describe así:  “Destruir es siempre el primer paso antes de cualquier creación.”