Choderlos Laclos: Las amistades peligrosas
Por: José Pulido
Se llamaba Pierre Ambroise Francois Choderlos Laclos y nació en Amiens, Francia en 1741. Para la literatura su nombre fue más corto: Choderlos Laclos. No se puede negar que era un nombre poco común y sigue siéndolo.
Choderlos Laclos fue militar desde muy joven. En 1776 ya era oficial en Grenoble, pero al no pertenecer a las clases altas de la nobleza se le negaban los ambicionados ascensos. Por esa frustración se dedicó a escribir y entre los muchos libros que salieron de su talento surgió una novela construida con cartas: Las amistades peligrosas. Esta obra lo encumbró en el mundo de la literatura.
Se convirtió en jacobino y casi muere guillotinado, pero Napoléon Bonaparte lo ascendió a general de brigada y después de eso, cuando actuaba como jefe de artillería en Nápoles, murió enfermo durante el asedio a Trento, en el año 1803.
En la literatura se dio a conocer gracias a esa novela que reveló la vida hipócrita de la aristocracia y probablemente sus propias decepciones.
Lo cierto es que jamás pudo imaginar que alguna vez existiría un arte llamado cinematografía y que su novela sería convertida en película con mucho éxito en varias ocasiones y en diversos países.
La primera película se tituló “Las amistades peligrosas” y la dirigió Roger Vadim en 1959, protagonizada por Jeanne Moreau. También Millos Forman hizo su versión: “Valmont”, con Colin Firth, Annette Bening y Meg Tilly. En 1999, bajo el título “Crueles intenciones” apareció la cinta dirigida por Roger Kumble, con la actuación de Ryan Phillippe, Sarah Michelle Gellar y Reese Witherspoon. La última película basada en la novela de Laclos apareció con el título “Las relaciones peligrosas”, y fue dirigida por Josée Dayan, con Catherine Deneuve, Rupert Everett y Nastassja Kinski.
Pero la mejor de todas la dirigió el inglés Stephen Frears, en 1988, con el respaldo inmejorable de Christopher Hampton como guionista.
El reparto parecía insensato y fuera de lugar pero terminó siendo un acierto. Los protagonistas debían ser jóvenes y de buen físico pero eligieron a John Malkovich y Glenn Close. Sin embargo ambos lograron tales actuaciones que se volvieron imprescindibles. Michelle Pfeiffer fue el toque de oro de esa trama y con ella destacaron dos estrellas jóvenes: Uma Thurman y Keanu Reeves.
Choderlos Laclos, quien buscó destacar entre los suyos tan afanosamente, murió sin saber que en el futuro produciría millones de dólares y sus palabras serían repetidas por artistas que cultivarían un arte parecido a la magia.