El día en que todos los managers de la LVBP fueron venezolanos El día en que todos los managers de la LVBP fueron venezolanos

Por Ignacio Serrano

@IGNACIOSERRANO

¿Ocurrió alguna vez que todos los equipos del béisbol profesional venezolano estuvieron dirigidos por venezolanos?

La firma de Lipso Nava con las Águilas del Zulia es histórica. Después de mucho tiempo, sólo habrá managers criollos presentes en la LVBP.

Nava fue anunciado por los rapaces en plena Semana Santa. Se unió a Luis Dorante (Cardenales), Carlos García (Magallanes), Eduardo Pérez (Tigres), Alfredo Pedrique (Leones), Oswaldo Guillén (Tiburones), Omar López (Caribes) y Henry Blanco (Bravos).

Todos son nativos. No está el estadounidense Buddy Bailey, que dirigió entre 2002 y 2016. Tampoco Phil Regan, que figuró en esta pelota desde la campaña 1989-1990 hasta ya entrados los tiempos de su compatriota.

Por primera ocasión en décadas, no habrá dominicanos como Oswaldo Virgil o Felipe Alou, mexicanos como Rubén Amaro ni cubanos como Preston Gómez, Regino Otero o Lázaro Salazar.

La presencia de estrategas extranjeros ha sido común en el circuito fundado hace siete décadas. Otero y Bailey son los máximos ganadores de todos los tiempos. El primero consiguió siete coronas entre el Valencia y el Caracas. El segundo conquistó seis títulos con Aragua.

Ha habido timoneles célebres nacidos en el país, por supuesto. José Antonio Casanova es una leyenda. El Chico Carrasquel fue el primero entre sus compatriotas en conquistar la Serie del Caribe. La genialidad de Pompeyo Davalillo todavía se recuerda en nuestros diamantes.

Nunca después del nacimiento de la LVBP habían coincidido puros venezolanos al frente de cada divisa el Día Inaugural, a pesar de esa huella. Pero sí hubo una campaña, precisamente aquella de 1946, la primera, en que todos los mandamases fueron criollos.

Ese torneo fundacional contó con cuatro franquicias, solamente.

El legendario Chino Canónico, el pitcher que venció dos veces a Cuba en la Serie Mundial Amateur de 1941, comenzó como el piloto de los Sabios del Vargas.

Casanova, que fuera el campocorto de Canónico en La Habana, dirigió al Cervecería Caracas, la escuadra que revivió el “purocriollismo” del Royal Criollos.

Juan Antonio Yanes, el memorable “Yanesito”, dueño de los Patriotas del Venezuela, era el dirigente de su propio cuadro, como ocurriera durante medio siglo en las Grandes Ligas con Connie Mack y sus Atléticos de Filadelfia.

Manuel “Chivo” Capote tenía entre sus manos el timón del Magallanes. Es una figura poco recordada de nuestra pelota, a quien los seguidores de los Eternos Rivales deberían tener siempre presente; a fin de cuentas, fue uno de los primeros, si acaso no fue el primero de todos, en haber estado al frente de ambas novenas, pues antes condujo a los caraquistas en los tiempos de la Primera División.

Así que hay un antecedente claro para lo que estamos por presenciar. Aunque hubo otro episodio que merece ser incluido en esta cuenta.

Magallanes fue conducido por Quince Trouppe en la justa 1946-1947, salvo por un lapso en el que tuvo las riendas el gran Vidal López. En ese corto trecho, López coincidió como manager-jugador con Canónico y Ernesto Aparicio (Vargas), Casanova (Caracas) y Yanesito (Venezuela), que fueron los pilotos de los otros conjuntos.

Habrán pasado 70 años desde la última vez que se dio tal coincidencia, cuando Lipso Nava y sus siete colegas salgan al terreno en octubre, para dar inicio a una temporada que nuevamente tendrá a puros técnicos venezolanos al frente de cada club.

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