Digitalización: ¿una nueva era en la energía? Digitalización: ¿una nueva era en la energía?

Por José Suárez Núñez  @petrofinanzas

Viendo los informes de la Agencia Internacional de Energía, y de otras organizaciones mundiales rastreadores de novedades y de estadísticas, si cualquier ciudadano se acerca a las cifras de países desarrollados, se encontrará que las  tendencias de digitalización son realmente asombrosas.

Los datos crecen a un ritmo exponencial: el tráfico de Internet se ha triplicado en los últimos cinco años, y alrededor del 90% de los datos en el mundo de hoy se crearon en los últimos dos años.

Hay 7.700 millones de suscriptores de teléfonos móviles, más que los habitantes de la Tierra. Objetos cotidianos como relojes, electrodomésticos y automóviles se conectan a las redes de comunicaciones, el “Internet de las cosas” (IoT), para proporcionar una gama de servicios y aplicaciones, como atención sanitaria personal, redes eléctricas inteligentes, vigilancia, domótica y transporte inteligente. Se pronostica que la cantidad de dispositivos IoT conectados aumentará de 8.400 millones en 2017 a más de 20.000 millones para 2020.

En las próximas décadas, las tecnologías digitales están diseñadas para hacer que los sistemas de energía de todo el mundo estén más conectados, sean más inteligentes, eficientes, confiables, sostenibles. Impresionantes avances en datos, análisis y conectividad están habilitando una gama de nuevas aplicaciones digitales, como dispositivos inteligentes, movilidad compartida e impresión 3D.

Los sistemas de energía digitalizados en el futuro pueden ser capaces de identificar quién necesita energía y entregarla en el momento correcto, en el lugar correcto y al costo más bajo. Pero hacer las cosas bien no será fácil.

La digitalización ya está mejorando la seguridad, la productividad, el acceso y la sostenibilidad de los sistemas de energía. Pero la digitalización también está generando nuevos riesgos de seguridad y privacidad.

También está cambiando los mercados, las empresas y el empleo. Están surgiendo nuevos modelos comerciales, mientras que algunos modelos centenarios pueden estar en vías de desaparecer.

Los responsables de la formulación de políticas, los ejecutivos de empresas y otras partes interesadas se enfrentan cada vez más a decisiones nuevas y complejas, a menudo con información incompleta o imperfecta.

Además de este desafío, se encuentra la naturaleza extremadamente dinámica de los sistemas de energía, que a menudo se basan en grandes infraestructuras y activos físicos de larga duración.

Las personas y los dispositivos también se están conectando en números cada vez mayores. Más de 3.5 billones de personas, o casi la mitad de la población mundial, ahora usan Internet, en comparación con solo 500 millones en 2001.

Alrededor del  54% de los hogares ahora tiene acceso a Internet desde casa. En los últimos cinco años, las suscripciones globales de banda ancha móvil se triplicaron y superaron los 4.000 millones de suscripciones activas en 2017.