Por Jorge Rabassa
Todos los viernes el Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería anuncia el precio al que se vendió el petróleo venezolano en los mercados mundiales y también reseña el precio de otros tres de los crudos más conocidos en las transacciones comerciales. El precio de la cesta Opep (que se fija por el precio promedio de 12 crudos de los países de la Organización y el crudo Itsmo de México); el West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos y el Brent europeo.
La cesta Opep es sólo de crudos y se basa en las transacciones de precios ocasionales “spot” o día a día, en las bolsas de valores de New York y Londres para la comercialización en Estados Unidos y Europa. En Singapur se negocian los precios de venta en Asia y Extremo Oriente con pequeñas diferencias de precios, debidas a muchos factores de transporte: calidades del petróleo, almacenamiento y conflictos variados, que pueden ser por ejemplo guerras o huelgas.
El petróleo de la Opep, representan el 40 por ciento del mercado mundial y el 60 por ciento restante lo aportan los productores No-Opep, procedentes del Mar del Norte, Golfo de México, Rusia, México y otros países emergentes, operados por empresas transnacionales.
Actualmente el negocio petrolero es muy sofisticado y volátil. Además de los contratos a largo plazo y las operaciones “spot”, han surgido las ventas a “futuro”. Los operadores o especuladores de las bolsas de valores, con base en cálculos y análisis, venden a un mes o dos meses por adelantado con precios distintos al “spot”, subiendo o bajando.
Los expertos aseguran que el precio se mueve en relación a la “percepción” de los expertos, más que por las reglas tradicionales de la oferta y la demanda.
Los precios no son iguales a la hora de transar contratos. Nigeria produce el petróleo “Bonny” muy liviano, que en la fase de refinación produce derivados (productos) de mejor calidad y, por supuesto, lo venden más caro. Por su parte, los crudos livianos de Libia tienen gran aceptación en el mercado europeo por la calidad de los mismos para procesar en las refinerías lo que les produce mayores beneficios.
Usando cifras oficiales, desde 1914 hasta 1951 en Venezuela se descubrieron 112 campos petroleros y produjeron más de 6.000 millones de barriles en ese lapso. En un momento determinado se mercadeaban más de 30 petróleos de distintas calidades. Con el tiempo se ha reducido porque se van mezclando los pesados, medianos y livianos cuando se van agotando los campos. Las compañías mezclan las gravedades de los crudos para ofrecer a las refinerías la materia prima que necesitan.
En épocas pasadas teníamos como marcador el Bachaquero y durante muchos años el Tia Juana 34 Api. Más reciente se identificaba como marcador el BCF-17 (Costa Bolívar) y ahora el Merey 17.
Igual ha sucedido en otros países productores. El crudo Ras Tanura fue un petróleo muy solicitado pero ahora los sauditas que son los mayores productores mundiales, lo identifican como Árabe liviano.
El petróleo se vende con el nombre del campo que lo produce, donde se hizo el hallazgo y el refinador al comprarlo sabe los grados Api que tiene. Todos los países productores han aceptado la clasificación del Api (American Petroleum Institute) para las transacciones comerciales. Los más pesados desde 9 Api (el más barato a boca de pozo) hasta los más livianos de 34 grados Api hacia arriba.
En la actualidad el 75% de las reservas de los crudos venezolanos son pesados y medianos y el 25% restante son de livianos.
La cesta venezolana está compuesta por los volúmenes exportados de crudos y los volúmenes exportados de productos. Se procesan en el país 11 productos que se exportan (gasolinas, diesel y fuel oil principalmente), lo cual sube los precios de la cesta. Por ejemplo, la semana pasada en el mercado internacional, el crudo venezolano se vendía a 95 dólares el barril y la gasolina a 113 dólares el barril. La tendencia mundial es fabricar productos para beneficio de los ingresos totales.
Si se compara con el precio del barril de fuel oil (residual) de los cuales vendemos a China más de 200.000 barriles diarios, el precio es inferior, lo cual debilita el ingreso neto, del paquete de exportación. Las metas es modernizar las refinerías (conversión profunda) para extraer del barril los productos de mayor valor en el mercado.