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El pequeño libro de las grandes teorías del management (Alienta Editorial),James McGrath y Bob Bates, recopilan muchos de los consejos más extendidos en el entorno de los recursos humanos y la gestión empresarial. Una de las teorías que citan es la que formuló el empresario y escritorStephen Covey en su libro superventas Los siete hábitos de las personas altamente efectivas (Paidos Ibérica), que reproducimos a continuación –en su versión Powerpoint– y que, según los autores, debe utilizarse “para identificar una estrategia para alcanzar sus metas y objetivos y como filosofía para tratar a la gente”.
El modelo de los siete hábitos de Stephen Covey puede dividirse entre hábitos personales e interpersonales.
Los hábitos personales –trabajando consigo mismo– son:
- Ser proactivo: los directivos deben aspirar a influir sobre los acontecimientos y el entorno en el que trabajan y no limitarse a permanecer sentados a la espera de que sucedan cosas.
- Empezar con un fin en mente: los directivos deben identificar lo que quieren conseguir. Una vez lo tengan identificado, deben evitar distracciones y trabajar constantemente en actividades que le conduzcan hacia sus objetivos.
- Poner primero lo primero: los directivos deben dar prioridad a aquellas actividades que les ayuden a alcanzar sus objetivos.
- Afilar la sierra: los directivos son humanos. Necesitan tiempo para descansar, renovarse y actualizarse.
Los hábitos interpersonales –trabajando con los demás– son:
- Pensar en ganar-ganar: en el trato con los empleados, los clientes, los proveedores e incluso con la competencia, los buenos directivos buscan siempre un terreno común y una solución que satisfaga a todas las partes.
- Comprender primero y después ser comprendido: al igual que los médicos, los directivos deben diagnosticar el problema antes de prescribir su curación.
- Sinergizar: la sinergia se produce cuando el resultado es mayor que la suma de las partes. Como en el caso de 2 + 2 = 5. El trabajo en equipo puede hacerlo posible.
CÓMO UTILIZARLA
- Para ser proactivo, mueva el culo y trabaje hacia el logro de sus objetivos. No se quede sentado a la espera de que sucedan cosas. Busque oportunidades para influir sobre los acontecimientos y sobre su entorno de trabajo.
- Empiece con un fin en mente identificando sus objetivos. ¿Qué quiere realmente en la vida? Piense en sus primeras ambiciones. ¿Qué quería hacer cuando estaba estudiando o empezando a trabajar? Ha llegado el momento de concretar sus sueños. Plasme en un papel sus objetivos a corto (un año), medio (dos a tres años) y largo plazo (más de tres años) y vaya tachándolos a medida que los cumpla.
- Ponga primero lo primero e identifique qué actividades laborales le acercan más a la consecución de sus objetivos. En determinadas ocasiones tendrá que hacer otros tipos de trabajo. Y no pasa nada por ello. Pero retome lo importante lo antes posible.
- Estar siempre a punto sirve para recordarle que debe cuidarse. Busque tiempo para relajarse, disfrutar de períodos de descanso, recuperación y poner al día sus habilidades profesionales.
- Cuando trate con empleados, clientes o incluso con la competencia,intente ante todo comprender qué dicen. Escuchándolos, conseguirá comprender qué quieren realmente.
- En cuanto haya comprendido sus deseos, podrá identificar una solución en la que todas las partes salgan ganando y queden satisfechas. Esto genera confianza, lo que a su vez produce mejores resultados cuando vuelva a tratar en el futuro con estas personas.
- Las relaciones que establezca basándose en el respeto mutuo y la igualdad liberarán sinergia más que competitividad y mejorarán los resultados futuros mucho más allá de lo esperado.
Fuente: El Confidencial