Por: Jessica Morales @jessicaamorales
Entre los productos y servicios de una misma categoría, que ofrecen diversas marcas en el mercado, ¿por qué un consumidor o usuario elegiría el tuyo? Es fundamental que tengas clara la respuesta a esta pregunta si quieres emprender o si estás diseñando una estrategia para que tu pequeña empresa se desarrolle.
Debes definir la propuesta de valor de tu producto o servicio; es decir, el atributo o características que lo diferencian de los de otras marcas y los beneficios adicionales que brinda a quien lo compre o lo contrate.
Esas ventajas diferenciadoras, pueden ser la solución de un problema hasta el momento no atendido o la identificación y satisfacción de una necesidad. También podría consistir en mejor calidad y mayor durabilidad, un diseño práctico o ergonómico, una presentación innovadora, componentes que impliquen menores riesgos para la salud y el ambiente, menor precio, entre otros aspectos.
Como ya hemos dicho, todo emprendedor o pequeño empresario debe definir su propuesta de valor para incrementar las probabilidades de éxito de su iniciativa y para lograr que ésta perdure y se desarrolle. Para realizarlo, es necesario que conozca muy bien y que enumere sus fortalezas y debilidades y las de su producto o servicio. También debe tener muy claras las de su competencia.
Adicionalmente, el empresario debe determinar detalladamente el público al que está dirigida su oferta. Debe estudiar y conocer cuáles son sus necesidades, hábitos, gustos, preferencias, edad, profesión, sexo y hasta la zona de residencia, entre otros muchos aspectos.
Algo que debemos tener muy presente es que la propuesta de valor debe comunicarse claramente a ese público meta. Debemos evitar que queden dudas acerca de las ventajas y atributos de los productos de nuestra marca.