Por: Ignacio Serrano
@IGNACIOSERRANO
Una lesión puede cambiar todos los planes. Los Rojos de Cincinnati firmaron al guayanés Eugenio Suárez por 66 millones de dólares antes de comenzar la temporada, atando al equipo el destino del jugador por los próximos siete años. Y cuando el tercera base más bateaba, esta temporada, una fractura le saca de acción.
Los escarlatas no van a competir este año. Se supone que la División Central de la Liga Nacional es coto de los Cachorros de Chicago, los Cerveceros de Milwaukee y posiblemente de los Cardenales de San Luis. Pero el lamento en la cueva fue clamoroso.
“No hay forma de endulzar esto. Perdemos una parte importante de nuestro club”, dijo a MLB.com el manager Bryan Price. “Parecía que estaba empezando a calentarse en el plato y justamente le ocurre este percance”.
No sólo lo parecía. Suárez estaba ardiendo. Al recibir el pelotazo en la mano, origen del daño óseo que le tiene inactivo, el antesalista mostraba una brillante línea ofensiva de .296/.424/.630, con dos jonrones y 1.054 de OPS.
El criollo estará de regreso en algún momento de mayo. Es una lástima. Al igual que su compatriota Salvador Pérez, ha aumentado su total de cuadrangulares en cada campeonato, una rareza que se remonta a sus cuatro torneos anteriores. Sacudió 26 el año pasado. Por eso le dieron ese contrato.
El nativo de Puerto Ordaz necesita 25 bambinazos más para superar su total de 2017 y mantener su asombrosa progresión. No es imposible. Tendría que sacar cinco pelota por mes, entre mayo y septiembre. ¿Lo hará?
