En el Siglo XIX solo los más necesitados eran atendidos en hospitales En el Siglo XIX solo los más necesitados eran atendidos en hospitales

Por: Elías Pino Iturrieta / @eliaspino

Los hospitales se crearon para la atención de los pacientes pobres, no solo en Venezuela, sino también en el vecindario hispanoamericano y en Europa desde el comienzo de los tiempos modernos.

¿Qué sucedía con los pacientes pudientes, o con los que no se juzgaban como apremiados por la necesidad, por el aprieto de sus bolsillos?

Eran atendidos en sus casas, por sus familiares o por visitas domiciliarias de los médicos. Para evitar que la atención de los padecimientos  de los pobres fuera interferida por los quebrantos de quienes no lo eran, en 1893 la Gobernación del Distrito Federal se vio obligada a ejercer una supervisión puntillosa. Para iniciarla, dispuso que en los hospitales solo podían ingresar las personas que llevaran una boleta que los autorizara después de comprobar su situación de pobreza.

En 1903 la medida fue remachada por el gobernador Ramón Tello Mendoza, quien insistió en la verificación de los recursos económicos de los enfermos antes de su entrada en Hospital Vargas, en la Casa de Beneficencia, en el Asilo de Enajenados, en el Lazareto y en el Degredo.  Aun cuando se tratase de accidentes graves ocurridos en la calle, como fracturas o lesión por heridas de bala, los pacientes, si tenían dinero, debían ser atendidos u operados en sus domicilios.