Solo Shakespeare salva Solo Shakespeare salva

Por José Pulido

De Romeo y Julieta ya había varias versiones mucho antes de que apareciera la existencia creadora de William Shakespeare, pero la obra que él escribió se convirtió en un texto inmortal, en una obra de arte tan sólida como una montaña.

William Shakespeare nació en abril de 1564 y murió en abril de 1616. El escritor italiano Masuccio Salernitano, publicó en 1476 el libro Cinquante Novelle, donde se destaca el drama vivido por Mariotto y Gianozza, los personajes que fueron semilla de Romeo y Julieta.

Luigi Da Porto, nacido en Vicenza, en 1485, aprovechó el relato de Masuccio Salernitano, cuya acción se desarrollaba en Toscana, y le hizo varios cambios.

Luigi Da Porto urdió el terrible engaño que lleva a la muerte a los dos amantes y también insertó en su obra el odio entre dos familias. Leyó la Divina Comedia, del Dante Alighieri y tomó los nombres de las familias que aparecen en el Canto VI del Purgatorio: “Hombre indolente, ven a ver a los Montecchi y a los Cappelletti, a los Monaldi y Filippeschi, aquellos ya tristes, y éstos poseídos de amargos recelos”.

Da Porto fue quien ubicó todo en Verona y usó los nombres de Romeus  y Giulietta que se convirtieron en Romeo y Julieta. También creó los personajes Mercutio, Tybaldlt, Fray Lorenzo y Paris.

Posteriormente, el dominico Mateo Bandello, un autor exitoso, escribió su versión y logró que la historia de los dos amantes se volviera conocida en toda Europa.

Shakespeare tomó la historia de Arthur Brooke, quien escribió La trágica historia de Romeus y Juliet en 1562, basándose en la historia de Mateo Bandello. Todos los autores que trabajaron el tema antes de Shakespeare partieron de lo que escribió Masuccio Salernitano, quien a su vez debe haberse inspirado en Hero y Leandro, una leyenda originada en el Helesponto y que luego aludieron muchos autores helenísticos y latinos. La bella Hero era una sacerdotisa virgen que no podía casarse, pero se enamora de Leandro, quien  cruza a nado el Helesponto todos los días para verla, hasta que muere en la orilla.