El índice de morosidad del sector bancario venezolano ha descendido desde 1994 al pasar de 20,0% al cierre de ese año a 1,4% al finalizar el año 2011, lo que se traduce en una reducción de 18,6 puntos porcentuales. En junio de 2012 este indicador se ubicó en 1,21%, indicó la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) en nota de prensa.

El índice de morosidad es un indicador de la calidad de la cartera de créditos de una institución bancaria, medida a través de la relación cartera de créditos inmovilizada entre la cartera de créditos bruta.

Un crédito se considera  moroso cuando se ha producido un retraso de más de tres meses en el pago de la deuda, la cual incluye amortización de capital y pago de intereses por parte del cliente, lo que afecta los indicadores de rentabilidad del banco.

El sector bancario desempeña un papel importante en el funcionamiento de la economía. En ese sentido, es necesario contar con instituciones  bancarias sólidas, permitiendo que los recursos financieros fluyan de forma eficiente hacia los sectores económicos productivos.

Por otra parte, el indicador de cobertura de la cartera de créditos inmovilizada, dado por la relación provisión para cartera de créditos entre cartera de créditos inmovilizada, mide la capacidad de la institución para respaldar la cartera de créditos en caso de contingencias. Actualmente, las disposiciones de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario exigen que este indicador no debe ser inferior al 100%, es decir, por cada bolívar de la cartera  de créditos inmovilizada el banco debe tener una provisión de al menos un bolívar.

Bajo este contexto, la cobertura de la cartera de créditos inmovilizada ha pasado de 77,68% (1994) a 272,68% (2011), lo que se traduce en un aumento de 195 puntos porcentuales. Al cierre del mes de junio de 2012, este indicador se ubicó en 287,17%.

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