Twitter: el dilema de diferenciar entre los usuarios reales vs los falsos perfiles Twitter: el dilema de diferenciar entre los usuarios reales vs los falsos perfiles

Se comenta que Twitter tiene más de 200 millones de usuarios, por lo que su potencial en términos publicitarios resulta atractivo para cualquier marca. Sin embargo, la red social tiene un gran reto y  es diferenciar entre los usuarios reales y las llamadas cuentas falsas.

 

Tom Gara firmó el artículo para The Wall Street Journal Americas titulado Otro reto para Twitter: distinguir a los usuarios reales de los falsos, que aborda sobre las preocupaciones sobre el tema de los responsables de la red social.

 

“Más allá de cuentas como las de Justin Bieber, Mashable, CNN y Kim Kardashian, el mundo de Twitter está poblado por millones de cuentas de dudosa legitimidad. Estas van desde spammers completamente robóticos (y a menudo incomprensibles) hasta cuentas mejor programadas que generan tuits diseñados para aparecer en algunos resultados de búsquedas o conversaciones en línea”, refiere.

 

Explica que una razón por la que los “bots”, o robots, existen es el vibrante mercado gris de comprar y vender cuentas de Twitter que tienen un número importante de seguidores. Una práctica que es considerada poco ética y que ha causado no pocas críticas cuando alguna firma o personaje es descubierto haciéndola.

 

Gara indica que “el otro motivo que explica la existencia de tantas cuentas de este tipo es que son muy fáciles de crear y automatizar, gracias a la forma en que Twitter permite la publicación automática usando aplicaciones de terceros”.

 

Twitter Inc. lleva tiempo diciendo que intenta eliminar el spam de su sitio, y en abril de 2012 anunció que presentó una demanda en un tribunal federal de San Francisco contra un grupo de empresas que dijo eran los promotores más agresivos de spam en su sitio.  En los documentos presentados a los reguladores para su oferta inicial de acciones, Twitter estima que las cuentas “falsas o de spam” representan menos de 5% de los 215 millones de usuarios activos mensuales del sitio.

 

Sin embargo, su definición de usuario activo difiere del típico usuario “único” que miden la mayoría de los sitios web.

 

“Consideramos las cuentas múltiples que tiene una misma persona u organización como usuarios múltiples al calcular nuestros usuarios activos”, apuntó la empresa. La firma también indicó que las cuentas automatizadas que envían tuits a intervalos regulares podían ser contadas como usuarios activos.

 

Estas cuentas figuran bajo una categoría de uso de Twitter que no es ni humano ni spam: cuentas automatizadas creadas por empresas, editoriales, organizaciones de caridad o simplemente aficionados de Twitter.

 

Consideran que están generando un servicio beneficioso al tuitear los pronósticos diarios del tiempo, o los horarios de películas de cine, o todos los titulares de noticias relacionados con un tema específico.

 

Si todos estos se combinan, crean una situación extraña: Twitter es fundamentalmente una empresa de medios respaldada por publicidad, pero un segmento de sus cuentas de usuarios no pueden ser considerados como consumidores en el sentido estricto de la palabra.

 

El Twitter que cotice en bolsa enfrentará el gran reto de determinar dónde terminan los seres humanos y dónde comienzan los robots entre sus usuarios, y también cuáles son los buenos robots y los malos.

 

Facebook tiene categorías bien definidas para clasificar a sus usuarios: existen perfiles personales para individuos, páginas de marca para negocios y páginas de fanáticos para celebridades. En Twitter, las divisiones no están delineadas con la misma claridad.

 

Twitter siempre ha dicho que tiene una diferencia filosófica con Facebook con respecto a la forma en la que abordan la identidad. Twitter piensa que permitir varias cuentas por usuario, pseudónimos y cuentas paródicas beneficia a los usuarios y al servicio en general. Facebook ha insistido más en tener identidades genuinas, y sostiene que esa es una de sus mayores ventajas como medio de publicidad.

 

Esta filosofía de Twitter ha impulsado la creación de cuentas interesantes y creativas. Sin embargo, la flexibilidad de identidad también ha llenado el sitio con mucha basura sin sentido.

 

Por ejemplo, @Web_Consult_, una de las cuentas que republicó el tuit de Mashable, tiene 433 seguidores, sigue a 571 personas, y ha publicado más de 34.000 veces desde que comenzó en septiembre de 2011, unas 50 veces al día.

 

Sus 20 tuits más recientes son todos titulares de Mashable. Si uno observa sus más recientes cientos de tuits, parece que eso es todo lo que hace.

 

Hay un par de explicaciones plausibles para lo que hace @Web_Consult_. Podría ser una persona común y corriente, tratando de usar Twitter lo mejor que puede y amasando una audiencia. La otra es que es un robot.

 

Si resulta que @Web_Consult_ es un robot, entonces cualquier persona que analiza la calidad del público de Twitter necesitará tomar en cuenta que algunos usuarios están interactuando con el sitio de una forma muy limitada. Los intentos por contactar a @Web_Consult_ fueron infructuosos.

 

A medida que la empresa empieza a recibir dinero del público, y responder al público, la gran pregunta es: ¿qué más puede hacer con respecto a este tipo de cuentas?

 

También enfrenta otra pregunta importante. Si sus cientos de millones de usuarios varían desde personas comunes y corrientes hasta robots y usuarios que distribuyen spam, ¿cómo pueden los anunciantes y el resto de sus usuarios distinguir entre estos tipos de usuarios?

 

Artículo publicado en The Wall Street Journal Americas