La llegada del auto eléctrico se había demorado porque la autonomía de los vehículos solo llegaba a unas 50 millas, pero desde 2010, las baterías de litio se han convertido en el método principal para remplazar los combustibles fósiles como la gasolina y el diesel, al lograr una autonomía del vehículo de más de 200 millas, y ahora tienen el músculo para impulsarlo.
También millones de seres humanos con enfermedades maniaco depresivas, represiones recurrentes, bipolaridad, esquizofrenia y otros trastornos del comportamiento, lograron mejorar su situación con la aparición del carbonato de litio, para tratar o prevenir estos trastornos de su comportamiento, con los récipes de un médico.
Como exponente de su consumo masivo se originó además de sus bondades curativas, cuando una generación de jóvenes, los llamados “yuppies” que invadieron el mercado de Wall Street en la década de los 80, aseguraban que para apaciguar su tensión y stress en las especulaciones de la bolsa, tomaban Coca Cola y una capsula de litio.
Como medición de su importancia comercial, el crecimiento acelerado del uso de litio ha originado que una tonelada del mineral suba de 350 dólares en 2003 hasta los 3.000 dólares en 2009.
El volumen del negocio del litio sólo en las baterías para los autos, es de 10.000 millones de dólares anuales, desconociéndose los niveles de los medicamentos. Desde la primera comercialización de las baterías a principios de los años 1990 resultó un éxito, que además captó mercados en los teléfonos móviles, agendas electrónicas, ordenadores portátiles y lectores de música. Sirve para todo dicen algunos vendedores.
A principios del siglo XXI con el incremento de los precios de los derivados del petróleo, la industria automovilística comenzó a realizar incursiones en el carro eléctrico para independizarse del alto costo de la gasolina, ya que el litio tiene una baja emisión de gases a la atmósfera.
Registraron algunas fuertes críticas en sus inicios de fabricación, porque podrían recalentarse y explotar, pero esas fases ya fueron superadas y se convirtió en la pieza que faltaba para el carro eléctrico, que originalmente dependía de enchufarlo en los garajes de los hogares para recargar sus baterías y su autonomía era corta.
Ya para 2010 se había identificado el triángulo del litio, que son los sitios donde están las mayores reservas mundiales de ese polvo maravilloso y en Suramérica hay en 3 países. El salar de Uyuni, en Bolivia; el salar de Atacama en Chile, donde nunca llueve y el salar del Hombre Muerto en Argentina.
Los habitantes de esas regiones lo identifican así, porque tienen la apariencia y el sabor de la sal en su estado natural. Estas tres áreas concentran del 50 al 85 por ciento mundial de las reservas mundiales. También en Estados Unidos, existen salares en California y Nevada.
En los últimos tres años, importantes empresas transnacionales están creando empresas y asociándose a otras firmas mineras para seguir en el negocio de la energía, a través del combustible que podrían ser reservas suficientes de litio.